Las altas temperaturas unidas a la humedad pueden provocar deshidratación. Es importante recordar, sobre todo en el caso de las personas mayores, que se deben beber diariamente entre seis y ocho vasos de líquido y consumir alimentos con alto contenido en agua como frutas y verduras -melón, sandía, naranja, pomelo, uva, zanahoria, pepino...- que ayudan a mantener un nivel de hidratación adecuado.

Desde la Fundación Edad&Vida alertan de que con la edad desaparece la sensación de sed. Un problema que se produce por las dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que las personas mayores beban menos de lo necesario, por lo que se recomienda beber sin esperar a tener sed, porque cuando las personas de mayor edad sienten sed es un síntoma de que la deshidratación ya ha comenzado.