No te sientas culpable porque algunos estudios científicos demuestran que es beneficiosa para la salud y favorece el aprendizaje en la infancia. Los últimos análisis indican que reduce el riesgo cardiovascular, libera la tensión acumulada y mejora el rendimiento vespertino, estableciendo el período perfecto en 26 minutos. Empresas de todo el mundo se han organizado para favorecer períodos de descanso a sus trabajadores y mejorar así su productividad por las tardes, reduciendo el absentismo y los accidentes laborales.

Es una costumbre ancestral (la hora sexta de los romanos) -aunque la consideremos un producto típicamente español- que varios países van adoptando al conocer sus efectos beneficiosos para el organismo. Decir que es una necesidad puede resultar extraño, pero así es; el cerebro precisa un reposo tras 8 horas activo para recuperar su funcionalidad (si te levantas a las 7.00 am, a las 15.00 pm. necesitas reposar tu mente para recuperar tu energía).

Lo cierto es que el ritmo laboral influye negativamente en que podamos hacerlo, ya que los horarios no lo permiten, pero si no padeces problemas de insomnio puedes aprovechar el fin de semana para dormir una corta siesta que no altere tus ritmos. Las mejores condiciones para disfrutar de la siesta incluyen:

-La cama es estupenda para personas con problemas musculares porque adaptan su postura estirándose completamente; en otro caso, elige un sofá cómodo donde puedas estirarte y relajar la musculatura

-El ambiente debe ser agradable, fresco y limpio para lograr un buen reposo. Apaga el móvil y mantén un ruido de fondo o no (televisión, música, radio, etc.) en función de tus preferencias

-Duerme entre 10 y 40 minutos (nunca más de 50) para evitar el sueño profundo que provocará que te levantes atontado y sin lograr los efectos beneficiosos del descanso. Establece una rutina de inicio y final de la siesta procurando seguirla habitualmente.

-Consulta a tu médico si dura más de una hora habitualmente y necesitas dormir la siesta aunque hayas pasado una buena noche

-Nunca la realices después de las 17.00 horas; lo ideal es entre 14.00 y 16.00 para mantener un biorritmo adecuado.

-No consumas productos excitantes en la comida (té, café, cola, etc.), pues te perjudicarían para conciliar el sueño.

-Come alimentos inductores del sueño como los plátanos o un vaso -Espera a iniciar la digestión, para evitar problemas. Lo más adecuado es aguardar unos 30 minutos.

-Tómate un vaso de agua, café o chocolate al despertar para reiniciar tu actividad.

Las ventajas de la siesta se relacionan con:

-el corazón; reduce los niveles de cortisol y la tensión arterial, lo que la hace adecuada para los hipertensos. También se ha relacionado con un mejor pronóstico y esperanza de vida en enfermos con cardiopatías, pues reduce la mortalidad coronaria y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

-el cerebro; aumenta la concentración, la capacidad de reacción, la memoria, el aprendizaje y el rendimiento laboral. También mejora el estado de ánimo porque durante el sueño se libera serotonina, neurotransmisor que genera una sensación de bienestar.

-el aparato locomotor; los enfermos reumatológicos, por ejemplo, mejoran sus dolores musculares si duermen la siesta en posición adecuada.

-refuerza el sistema inmunitario, lo que reduce el riesgo de padecer enfermedades infecciosas y ayuda a recuperarse si se padece alguna

-a nivel psicológico reduce el estrés y mejora la calidad de vida y salud general.

-previene el bruxismo, la narcolepsia y otras patologías relacionadas con la falta de descanso nocturno.

-el crecimiento de los niños (sobre todo en los menores de 5 años); durante la siesta recuperan la energía y "crecen" porque la hormona del crecimiento alcanza valores máximos mientras duermen

Tiene algunas desventajas, como:

-las personas insomnes aumentarían sus problemas para dormir de noche con este sueño intermedio

-a los que tienen problemas digestivos puede provocarles reflujo, enlentecimiento de la digestión, formación de gases, etc.

-los que trabajan a turnos (enfermeras, médicos, vigilantes nocturnos, etc.) alteran la pauta sueño-vigilia.

Aunque se considera un hábito mediterráneo, se ha comprobado que está ampliamente extendida, siendo muy habitual en países como Alemania o Japón, donde ya hay salas especiales para dormir la siesta. Así que? no te sientas culpable.

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