El interés por ampliar su formación académica desciende entre los adultos coruñeses. Si la crisis hizo que la matrícula en las aulas de enseñanzas para mayores de 18 años de la provincia se disparase -llegó a aumentar un 70% entre el año 2000 y 2010, por ejemplo-, ahora hay casi 900 coruñeses menos que hace cinco años que acuden a clase para terminar los estudios que en su día dejaron colgados o mejorar su currículum de cara a una mejor inserción laboral. El pasado curso 2015-2016 eran 2.588 los residentes en la provincia que regresaron a las aulas para titularse en Primaria o Secundaria, un 25,5% menos que en 2011, cuando la cifra ascendía a 3.475. Pese a que la caída del alumnado es generaliza en toda Galicia, A Coruña es la provincia que sufre un mayor descenso y se sitúa seis puntos por encima de la media gallega, donde la matrícula en enseñanzas de adultos bajó un 19% en un lustro, según los últimos datos del Ministerio de Educación.

La caída de alumnos en las clases para adultos se produce en todas las provincias gallegas, aunque a distinto ritmo. Mientras A Coruña ha perdido una cuarta parte de sus matriculados en cinco años, en Pontevedra registraron un descenso del 14,6% (al pasar de 3.473 en el curso 2011-2012 a los 2.965 del pasado año). Por su parte, Lugo experimentó una caída del 15,2% hasta situarse en los 730 adultos que decidieron regresar a las aulas y Ourense del 14,8% y se queda en 711 matriculados.

Las enseñanzas para adultos comprenden todas las etapas educativas: desde Primaria a Bachillerato. En el caso de Galicia, el principal grueso se concentra en los centros que imparten clases para obtener el título de Secundaria. Más de 6.000 gallegos estaba matriculado el pasado año en estas enseñanzas que, al contrario de los que ocurre en un instituto convencional, no se dividen en años (uno por curso) sino en dos: los contenidos de cada curso se concentran en un cuatrimestre. Lo mismo ocurre con las asignaturas que se sustituyen por bloques temáticos sobre lengua, ciencias o idiomas. La etapa con mayor número de estudiantes -los datos del Ministerio no incluyen las cifras en Bachillerato- es también la que ha sufrido una mayor caída en los últimos cincos años : un 19,6%. De nuevo, A Coruña es la provincia con un descenso más acentuado (-26,1% al pasar de 3.117 matriculados a 2.303), seguida de Lugo (-17,2%), Ourense (-14,9%) y Pontevedra (-14,5%).

Menos solicitadas están las bautizadas como enseñanzas iniciales (cuentan con un millar de alumnos en Galicia), divididas a su vez en dos niveles: el primero, centrado en la alfabetización, en donde los alumnos aprenden a leer y escribir o mejorar su destreza en este ámbito y el nivel II en donde los estudiantes adquieren los conocimientos necesarios para poder acceder a Secundaria, es decir, reciben la formación que se imparte en Educación Primaria. Eso sí, de nuevo el sistema de enseñanza para adultos no tiene que ver con el que se imparte en un centro convencional. Al igual que en ESO para mayores de 18 años, quienes acuden a enseñanzas iniciales no tienen materias prefijadas sino bloques temáticos e incluso en el nivel de alfabetización no existen pruebas ni controles. Además tampoco hay un número máximo de cursos que se pueda repetir. La matrícula en este tipo de enseñanzas iniciales bajó un 6,7% en el conjunto de Galicia. Ourense fue la provincia con un mayor descenso (-14,1%), seguida de A Coruña (-10,6%), Pontevedra (-3,9%) y Lugo (-2,4%).

La caída de la matrícula en las enseñanzas de adultos se produce de forma progresiva en toda Galicia desde hace unos cinco años. Si a principios del año 2000 apenas había 4.500 gallegos adultos que decidían retomar sus estudios y ampliar su formación, con la crisis la cifra llegó casi a duplicarse (se rebasó la frontera de los 8.000 en varios cursos como 2010-2011, según el Ministerio). Sin embargo, en los últimos años cayó la demanda aunque se mantiene por encima que en el inicio del siglo.