La lluvia de meteoros más famosa del verano, las Perseidas -también conocidas como Lágrimas de San LorenzoLágrimas de San Lorenzo- llegaban a su máxima actividad ayer por la noche. Según explican los expertos, este año fue la más intensa de los últimos años, con unos 150 meteoros por hora, cuando lo normal son 100. El cometa progenitor de las Perseidas, el 109P/Swift-Tuttle, deja tras de sí una estela de pequeñas partículas que al entrar en contacto con la atmósfera terrestre se calientan por fricción y se vaporizan, dando lugar a la lluvia de estrellas. Según apuntan los expertos de Eltiempo.es, en 2016 se observarán más estrellas fugaces de lo habitual debido a que este año Júpiter desplazó una parte de esta corriente de partículas hacia la órbita de la Tierra.

El primer pico de actividad de este fenómeno se produjo entre las 02.00 y las 06.00 horas, mientras que el segundo tiene lugar hoy entre las 13.00 y las 15.30 horas. En este caso, al coincidir con horario diurno no serán tan visibles, pero favorecerá la observación desde Norteamérica. Y es que, esta lluvia tiene una mejor visibilidad en el hemisferio norte, ya que la constelación de Perseo, su radiante, aparecerá por el noreste a partir de las 22.00 horas y permanecerá visible durante toda la noche a la vez que va ganando altitud.

En base a datos de índole estadística obtenidos en años anteriores, se anunció que las noches de mayor actividad de este año serían la de ayer, la de hoy e incluso la de mañana. Entre las tres, se calcula que pueden llegar a verse 9.000 de las popularmente conocidas como Lágrimas de San Lorenzo. Son partículas que la estela del cometa Swift-Tuttle dejó en una zona que la Tierra atraviesa cada año en su trayectoria en torno al Sol y que entran a tal velocidad en la atmósfera -entre 60 y 80 kilómetros por segundo- que se vuelven incandescentes. Arden en el aire. Y el hecho de que partículas tan pequeñas lo hagan a tal velocidad genera un efecto de lluvia de estrellas.

Las llamadas estrellas fugaces son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. El nombre de Perseidas se debe a que la zona del cielo de donde parecen salir los meteoros por un efecto de perspectiva (radiante), se encuentra en la constelación de Perseo.

Su popularidad obedece en parte a su actividad, de las más intensas, y en parte a que se produce en agosto, mes de verano en que, lejos de las luces de las ciudades, se puede disfrutar más del cielo nocturno por las cálidas temperaturas. Cada año se producen varias lluvias de estrellas y las más intensas son Perseidas, Gemínidas y Cuadrántidas, visibles desde Europa y que presentan actividades, o cantidad de estrellas fugaces por hora, elevadas (del orden de 100 estrellas fugaces o meteoros por hora).