En la recta final de la legislatura la Xunta ha decidido volcarse con las políticas sociales y una de las áreas a las que ha dado impulso es la atención a la dependencia. El Gobierno gallego se propuso atajar la eterna lista de espera de dependientes en espera de recibir la prestación y en mayo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció una inyección económica de 54 millones de euros para incorporar hasta 6.000 beneficiarios al sistema de ayudas a partir de junio. De momento, en los dos últimos meses el número de personas atendidas se ha incrementado en algo más de 2.000. Pero aún quedan 20.000 en espera y, de ellos, según los datos de la Consellería de Política Social a finales de junio, había 3.200 casos graves aguardando por una prestación.

Según los datos del Ministerio de Sanidad a 31 de julio, en Galicia hay un total de 65.243 gallegos que tienen reconocida la dependencia y, por lo tanto, tienen derecho a una ayuda. La Xunta tiene atendidos a 44.965, la cifra más alta desde que se implantó el sistema de ayuda a dependientes.

La incorporación de nuevos dependientes se ralentizó durante la crisis debido a la falta de recursos y a la limitación de plazas en centros de día y residencias. Sin embargo, a solo dos meses de las elecciones autonómicas y en la recta final de la legislatura el Gobierno gallego apretó el acelerador y se registró el mayor incremento interanual en el número de dependientes atendidos.

En solo dos meses han sido 2.000 más. Si se compara con julio de 2015, el aumento es de 6.258 beneficiarios, el mayor desde el inicio de la aplicación de la Ley de Dependencia.

Política Social lo atribuye a un incremento del presupuesto para dependencia de un 12% en 2016, que ha permitido "crear nuevas plazas de atención residencial y diurna, a un aumento del número de horas en el servicio de ayuda en el hogar y a la concesión de nuevas prestaciones a cuidadores".

Sin embargo, las estadísticas del Ministerio de Sanidad revelan que la Xunta está resolviendo la lista de espera en dependencia básicamente dando más ayuda para atención a domicilio, mientras que, por el contrario, se reduce el número de dependientes atendidos en residencias.

Entre los meses de mayo y julio el número de gallegos que reciben asistencia a domicilio se ha elevado en 1.645 y suman ya 14.544. Por el contrario, las personas con dependencia con plaza en un centro de la tercera edad son 7.584, doscientos menos que hace dos meses.

Según los datos de la Consellería de Política Social, a finales de junio estaban atendidos 4.847 dependientes leves y los graves superan los 20.000. Sin embargo, aún tenían en espera a unos 3.200 gallegos con dependencia severa (de grado III). "Siempre existirá una ratio pendiente de recibir prestación porque el sistema no es una gestión cerrada en el número de personas, sino que diariamente se producen nuevas incorporaciones", explica la Xunta.