Los jóvenes en España sufren la losa del desempleo. La tasa del paro juvenil ya alcanza el 46,48%, su situación económica depende de los padres o de las becas que van arañando, pero destacan en el ámbito del voluntariado, el tramo de edad que lidera las labores solidarias. Los jóvenes alzan la voz, con motivo ayer del Día de la Juventud, para reivindicar su espacio y participación en la agenda política, para intentar revertir las altas tasas de desempleo, combatir la precariedad laboral y encauzar un proyecto de emancipación ya que solo dos de cada diez personas de entre 17 y 29 años puede abandonar el hogar de sus padres, según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud.

"Los jóvenes somos uno de los grupos de población con mayor índice de pobreza; hemos pasado en los últimos años de ser los terceros a los primeros, junto a los hogares monoparentales", explica la presidenta del organismo juvenil, Julia Chica. Destaca que el 21% de las personas de entre 25 a 29 años vive en riesgo de pobreza o exclusión social, según el índice europeo Arope, y que incluso, de los jóvenes que trabajan sufren ese riesgo el 32% (en el tramo 16 a 24 años).

"Nos parece alarmante y sorprendente que incluso las personas asalariadas tengan esas tasas de pobreza", opina la responsable del Consejo de la Juventud, quien recuerda que "con salarios que no alcanzan los mil euros es más que probable que no se pueda alcanzar una buena estabilidad de vida".

Hablar de juventud y empleo puede ser algo contradictorio a la vista de las estadísticas, asegura el responsable de Juventud del sindicato USO Pablo Trapero, quien reclama mayor participación en las decisiones políticas para "superar la desconexión del mercado de trabajo en el que han caído, pero también la exclusión social".

Un 13% de jóvenes de 14 a 24 años colabora como voluntario en alguna organización.