La comunidad científica criticó la idea del Brexit desde el principio. Ahora, la mayoría de los investigadores con pasaporte extranjero en Reino Unido viven rodeados de incertidumbre. "Tenemos compañeros que normalmente colaboran con investigadores europeos y les han dicho de manera informal que no pueden seguir colaborando porque, en teoría, no quieren mandar dinero desde Europa a Reino Unido puesto que va a abandonar la UE", explica Elena García. A la investigadora española todavía no le afecta directamente ya que en su universidad son muchos los trabajadores internacionales y desde el centro se han volcado en calmar los ánimos: "Tanto el vicerrector como los decanos nos mandan emails de apoyo para que no nos preocupemos porque intentan hacer lo mejor con esto del Brexit. Pero, en realidad, no se sabe lo que pasará, ni siquiera sabemos qué ocurrirá a nivel de país". La burgalesa asegura que se habla mucho del asunto con equipos de otros centros con los se que comunican ya que el conocimiento científico es un valor internacional que se comparte para avanzar.