Miguel Ángel Vázquez, presidente de la Sociedad Galega de Xerontoloxía y Xeriatría (SGXX), asegura que cuidar a las personas mayores dependientes es una obligación social y no familiar, aunque esta responsabilidad recae en las familias porque el sistema no está preparado para asumir el reto que supone la cada vez mayor esperanza de vida.

-¿Cómo puede afectar a una persona mayor que no puede emprender un viaje cambiar domicilio habitual o ir a una residencia durante la salida de la familia con la que vive?

-Para las familias acogedoras no es malo descargar cuando disponen de un poco de tiempo libre, como puede ser en vacaciones, y creo que para muchos mayores, tampoco. Los cuidados de respiro que ofrecen las residencias pueden ser buenos porque en ese tiempo que la familia respira, la persona mayor es evaluada y se corrigen posibles defectos de conducta. Creo que hay que desculpabilizar a aquellas personas que durante el año se ocupan de personas mayores porque estas familias también tienen derecho a disfrutar de un mes de vacaciones o de un puente y estar con sus hijos. Me parece tan legítimo como mandar al niño a un campamento.

-Sin embargo, muchas se sienten culpables.

-Culpabilizar siempre es malo porque cuidar es una oportunidad, pero nunca puede ser una obligación. Cuidar es una responsabilidad social, no es una obligación familiar. La familia está para querernos, no para cuidarnos.

-Se habla incluso de "abuelos golondrina" o "abuelos maleta", personas mayores que rotan de domicilio con frecuencia.

-Detrás de ese tipo de denominaciones se esconde el ánimo peyorativo hacia la vejez. No me gusta ni siquiera el término abuelo. No son abuelos, son personas mayores. Y usar nombres como golondrina o maleta es cosificar a este sector. Recuerdo incluso un anuncio en el que se veía a una persona mayor con una maleta en una gasolinera con un rótulo que decía: "Él no lo haría", como el anuncio del abandono de perros. Hay comparaciones que contienen el estereotipo, la imagen social negativa que tenemos de la persona mayor, y que no coincide con la realidad. Una buena sociedad es la que se preocupa de las personas, de todas las personas, pero la nuestra no lo hace.