La época estival y el contacto de nuestra piel con el sol hace necesario cuidarla especialmente para evitar problemas que pueden llegar a ser graves. Todos debemos hacerlo, pero resulta especialmente importante para quienes tienen una "piel sensible" que reacciona ante las agresiones que la radiación solar ejerce sobre ella.

Es fundamental seguir las recomendaciones de los expertos y proteger la piel con los productos adecuados. Además, puedes aprovechar los demostrados beneficios del aloe, conocida como la planta de la eterna juventud por sus propiedades terapéuticas a nivel dérmico y que se ha utilizado desde antiguo.

Su nombre científico es aloe barbadensis, aunque hay otras especies de interés en fitoterapia que se utilizan en menor medida. Se denomina de maneras diferentes: aloe, aloe vera, pita, acíbar, etc., y todas se refieren a esta planta leñosa de origen africano de la familia de las liliáceas, con hojas largas y anchas que contienen una savia transparente rica en principios activos que se aplican directamente sobre la piel o se ingieren para obtener efectos sistémicos.

A partir de esa savia se prepara un compuesto amargo, de color oscuro denominado acíbar, que, tras ser procesado en el laboratorio, llega al mercado, donde se distribuye en forma de cremas, gotas, píldoras, supositorios, etc. No se usa puro porque resulta muy potente y puede causar reacciones alérgicas indeseables.

La composición química depende de la planta original, de la época de recolección y del método de elaboración. Contiene un elevado porcentaje de agua y una resina rica en activos farmacológicos: polisacáridos (como el glucomanano), resinas protectoras (aloína, ácido cinámico), ácido salicílico, vitaminas (especialmente A, E, C, ácido fólico), oligoelementos (calcio, sodio, zinc), aminoácidos (lisina, metionina), enzimas (oxidasa, lipasa), ligninas y saponinas.

Se le atribuyen amplias propiedades farmacológicas relacionadas con estos principios activos:

-A nivel dérmico: actúa como limpiador, antiséptico, bactericida, fungicida, antiviríco, antiprurítico, regenerador, cicatrizante, hidratante...

-A nivel digestivo: es purgante a dosis altas, colagogo, nutritivo, reblandecedor de las heces (en fisuras anales), tratamiento del estreñimiento ocasional, úlceras...

-A nivel reumatológico: actúa como anestésico y antiinflamatorio para tratar dolores musculares.

Está indicado para tratar patologías benignas como:

-A nivel general: dolor de dientes y encías, calambres, artritis, dolor articular, dolor de cabeza, estreñimiento, náuseas, dolores de estómago e intestino, acidez, amigdalitis, faringitis, etc.

-En la piel: quemaduras solares, químicas, térmicas, irritaciones, dermatitis, urticarias, heridas, acné, verrugas, sabañones, forúnculos, infecciones por hongos (pie de atleta), herpes, etc.

En fitoterapia se utilizan formas variadas (gotas, píldoras, grageas, supositorios, extracto fluido o seco y tinturas) que deben ser consultadas a los especialistas. Los laboratorios comercializan sus propios productos de mercado en los que, incluso, mezclan varias plantas para potenciar sus acciones.

Los efectos secundarios son mínimos y en la aplicación tópica sobre la piel se presentarían cuando el tratamiento es crónico o en personas especialmente sensibles. Para evitar alergias se recomienda probar una pequeña porción en la piel de la cara interna del brazo y observar si aparece o no prurito, que debe ser consultado con el especialista. Jamás debe ingerirse durante menstruación, embarazo, hemorroides sanguinolentas o hemorragias genitales, ni dárselo a los niños. Consulta al médico.

Aunque los productos comercializados ya los añaden a su composición, si tienes la piel seca mézclalo con aceites o cremas hidratantes si lo que has comprado no los incluye. Los alérgicos a sulfitos deben tener cuidado, porque las marcas comerciales suelen adicionarlos como conservantes sin indicarlo en la etiqueta.

Se recomienda especialmente su uso tras el afeitado o la depilación porque cierra rápidamente los poros evitando la aparición de granitos, rojeces y erupciones y regenera las células rotas al pasar la cuchilla. Es un eficaz protector solar y también es efectivo para prevenir o eliminar pequeñas estrías y arrugas, utilizándolo con aceite o una crema hidratante, porque el aloe resulta astringente.

Las plantas medicinales, bien usadas, mejoran nuestra salud, pero si se utilizan inadecuadamente pueden ser perjudiciales y provocar efectos secundarios indeseables. Es fundamental la supervisión del especialista sanitario y comprarlo en centros adecuados. No las utilices sin control médico.