El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, aseguró ayer que el Ejecutivo rechaza legislar sobre el porte del burkini porque una ley contra ese bañador islámico sería "inconstitucional e ineficaz". Una normativa de ese tipo, según declaró en una entrevista difundida por el diario La Croix, suscitaría "antagonismos y tensiones irreparables".

La polémica saltó en Francia a principios de agosto, cuando Cannes fue la primera en prohibir en sus playas esa prenda que cubre completamente el cuerpo de la mujer y que sus detractores ven como una provocación al laicismo, las normas de higiene y seguridad.

El Consejo de Estado, la máxima instancia administrativa del país, revocó el viernes la prohibición decretada en Villeneuve Loubet, en la Costa Azul, pero todavía hay una treintena de municipios donde ese veto sigue vigente.