De todos los españoles que interpretaron sus temas, la relación más importante fue con Rocío Dúrcal, "la española más mexicana" o Marieta, como la llamaban sus íntimos, también él, a pesar de que quedó bastante claro que la relación entre ambos se enfrió notablemente en los últimos años de vida de la intérprete.

Los comienzos fueron mucho más prometedores. Corrían los últimos años de la década de los 70. Dúrcal ya era muy popular y querida a ambas orillas del Atlántico. Entre sus admiradores estaba el propio Juan Gabriel, quien adoraba sus películas de juventud, y fue él quien la animó a grabar juntos un disco íntegramente conformado por rancheras. Así surgió Rocío Dúrcal canta a Juan Gabriel , doble disco de oro y doble disco de platino solo en México, un álbum en el que la madrileña se reinventaba. Su alianza se mantuvo inquebrantable durante una década que vio nacer otros ocho discos conjuntos. En 1988, se anunció el divorcio artístico (según la versión oficial, en buenos términos). Volvieron a colaborar en 1997, pero después la relación se enfrió y Rocío Dúrcal que murió en 2001 lamentó públicamente que él no se interesase por su estado de salud.