Este avance puede aplicarse en la investigación contra el cáncer. Ayudará en los tratamientos dirigidos en tumores con los que se experimenta en la actualidad para sustituir a la quimioterapia. Sería un tratamiento dual: una sustancia se introduce en un sitio determinado de la célula y otra que se implanta después se activa cuando se encuentra con la primera. "Si somos capaces de situar nuestro catalizador en una zona donde hay tumores podremos tener una respuesta selectiva porque solo se va a activar la segunda sustancia en donde está nuestro catalizador", explica Mascareñas. "Es difícil preveer una aplicación práctica inmediata. Nosotros fuimos de los pioneros en empezar a investigar este tema pero hay varios grupos en el mundo dedicados a esto ahora", asegura. "El reto y, al mismo tiempo, la dificultad es ser capaces de compatibilizar transformaciones químicas artificiales con todo el metabolismo celular, todas las transformaciones que tienen lugar en la célula", añade.

El equipo del proyecto MetBioCat va a seguir buscando otras transformaciones químicas, que no existen en la naturaleza, son viables dentro de las células. "Eso nos daría un abanico para jugar más con la manipulación celular", aclara.

En Lugo, un equipo liderado por Laura Sánchez Piñón está probando esta transformación celular artificial en animales, concretamente en los peces zebra, para estudiar sus posibilidades.