Culebrón. Ay Carlos Marco Antonio (nombre figurado para preservar la verdadera identidad del protagonista) mi amor, te amo demasiado. (El galán maduro anda picoteando de flor en flor) Ay mi amor, te arrastro, mira que te arrastro (¿o esa era Rosa Benito dirigiéndose a Amador Mohedano?) La parejita dispareja (¿es pecado enamorarse?, dice ella mirando a cámara, los ojos muy maquillados intentando arrancarse en lágrimas). No hemos roto, le cuenta él a un avezado cazador de bombas informativas. No hemos roto, cuenta después. No hemos roto, no hemos roto. Hemos discutido, nos hemos reconciliado. Hemos roto, no hemos roto. (Entra en escena Ella, la tercera en discordia, melena al viento, mohín de fastidio): Límpiate la boca cuando hables de nosotros. Yo, por mi hija, ma-to (Uy, no, otra vez, esa frase es de otra y está patentada ¿verdad?) Y, en décimas de segundo,se desdobla la doña, pasa de leona a cachorra acorralada, desconsolada. (El macho alfa sigue a lo suyo). La grada pide carnaza: Un cara a cara y que se tiren de lo pelos. O, mejor, que aparezca él y se acabe el mundo como en la televisión peruana de Laura Bozzo. Fin del capítulo. Continuará...

Lunes 5

La encuesta. Las empresas demoscópicas son como la moda, la decoración o la vida misma: eclécticas. Igual te auguran un sorpasso de fuerzas políticas que de colaboradores de JorgeJa. Al fin y al cabo, los unos podrían entenderse como metáfora de las otras. Cuatro decenas de analistas han hecho falta para concluir: uno, que Matamoros es más falso que la amistad de Luis Rollán o la brujería de Aramís Fuster; dos, que Anabel Pantoja es un cero a la izquierda, un huevo sin sal, un ni fu ni fa, un mueble en su jerga; y tres -atentos royals, por si los resultados fuesen extrapolables- que la gente está hasta el mismísimo moño de la princesa del pueblo. Y todo con un margen de error de sobres un 3,2%. Por Paz Padilla, al parecer, no preguntaron.

Cayetano Tertuliano. El conde de Salvatierra ha ascendido en el escalafón nobiliario. No ha heredado el ducado, pero se adapta a los tiempos. Para empezar, ha pasado de terrateniente -lo que tantos disgustos le causó con los jornaleros- a "joven empresario" (sic). A efectos de subvenciones no cuela, teniendo en cuenta que suma 53 primaveras. Pero ya se sabe que la edad es un estado mental. Además, dicen que Cayetano tiene nueva novia veinteañera y eso también rejuvenece un montón. Que le pregunten a Risto. Jinete era una profesión muy ad hoc para un aristócrata antaño, ahora la categoría máxima es tertuliano. Dj o tertuliano, pero en la primera ya reina Paquirrín. Forever.

La prensa chismográfica. Somos muy de chisme, a qué negarlo. Nos pierde un rumor, nos encanta una habladuría, nos damos mucho a la murmuración. Convenimos en llamarle corazón, prensa rosa, televisión basura, cuando todo se etiquetaba por órganos, colores u olores. Pero en elmomento en que confluyen el cotilleo -de luxe, de cuché- y la cultura la cosa se eleva. Y es así como ahora recuperamos, por boca del Nobel, la expresión latina original, el término culto. Lo ha dicho Vargas Llosa: Está un poquito ahíto de prensachismográfica pero lo sobrelleva. Por Isabel. Prensa chismográfica... Por pequeños detalles así algún día la historia tendrá que reconocer a la pareja el mérito de dignificar el género.

Diversificación. Reinventarse es el mantra del milenio. Y los famosos tampoco se libran. ¿No decíamos antes que Cayetano se ha metido a tertuliano? ¿Y que la princesa del pueblo anda de capa raída (como princesa y como pueblo)? Tanto es así que ha ampliado el negocio, diversificado lo riesgos, ensanchado los horizontes. Ha puesto huevos en varias cestas. Para que no le pase lo que a Rosa Benito, que por no ir no fue ni a la boda de su sobrina. Ella que no se pierde una foto en Hola ni que Amador ande arrastrando los restos del naufragio por la playa de Chipiona. La popular -por lo del pueblo- igual que te planta el pandero en la silla del plató o en la tumbona de la piscina te escribe bestsellers, te anuncia desde bingos a sartenes o te diseña joyas. Así como lo oyen. Te diseña joyas. Diseñar es un concepto muy amplio. No descarten que se dedique Chabelita, sin ir más lejos. Son tiempos rarunos. Tiempos en que te encuentras en televisión, casi al alimón, al pequeño Nicolás y un infante de España. Los suyos se hacen cruces temiendo que siga la trayectoria del tito Lequio. Y cuando digo suyos me refiero a Peñafiel, desde luego.