Obras sin acabar y padres no conformes con los agrupamientos realizados en sus colegios protagonizan las únicas incidencias que, según la Consellería de Educación, se registraron ayer, en un comienzo de curso que discurrió, en palabras del titular del ramo, Román Rodríguez, "con total normalidad". Las excepciones las pusieron dos centros de los concellos coruñeses de Dumbría y Santiso y otros dos de A Lama y Fornelos de Montes, en Pontevedra.

En el CEIP A Lama y el Doutor Suárez (Fornelos de Montes), las obras obligaron a trasladar a los alumnos a una parte del centro que permita dar clases "con plenas garantías de seguridad" mientras que en el CEIP Santa Eulalia de Dumbría y el CEIP de Arcediago (Santiso), las familias decidieron no enviar los niños a clase al no ver adecuados los agrupamientos realizados por Educación. La consellería defiende que el agrupamiento está "justificado", que el número de estudiantes está "muy por debajo" del máximo fijado y que así se garantiza la supervivencia de los centros del rural.

En el día de ayer se incorporaban a las clases más de 200.000 alumnos de Educación Infantil y Primaria en toda la comunidad. Los de Secundaria y Bachillerato lo harán a final de esta semana.