Varias son las teorías sobre la formación de la luna, pero ninguna totalmente probada, y ahora un nuevo estudio apoya la hipótesis de que el satélite se formó con manto de la Tierra, que aún estaba en formación, cuando esta impactó con otro planeta de forma tan violenta que casi la pulverizó. Esa es la conclusión de un estudio que publicó ayer la revista Nature, firmado por los geoquímicos Kun Wang Y Stein Jacobsen de la Universidad de Washington en Saint Louis, quienes estudiaron los isótopos de potasio en nuestro planeta y su satélite con nuevas técnicas de medición mucho más precisas.

Hasta el momento hay dos teorías sobre el origen de la Luna. En uno de ellas, un impacto de baja energía dejó a la Tierra en formación y a la luna rodeadas de una atmósfera de silicatos. La otra teoría defiende que un impacto mucho más violento vaporizó tanto al impactador (el objeto contra el que chocó) como a gran parte de la Tierra, formando un enorme disco de superfluidos a partir de los cuales acabaría cristalizando la luna.