Lina Álvarez, la doctora lucense que se quedó embarazada con 62 años y dio a luz el pasado 10 de octubre a una niña, recibió ayer el alta médica en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA).

La doctora -que ejerce en el municipio de Palas de Rei- regresa a su hogar tras recuperarse de la cesárea programada a la que fue sometida el lunes pasado. La bebé -que se llama exactamente como ella- pesó tres kilos al nacer y tanto la madre como la niña se encuentran "perfectamente", según indicó la persona que acompañó a la madre.

La pequeña, además, parece ser que ha cogido el pecho de la madre sin ningún problema, por lo que podrá amamantarla tal y como era su deseo. "Estoy loca de alegría con mi milagrito: es una niña muy buena", decía a todos, amigos, familiares y numerosos medios de comunicación que se acercaron a visitarla nada más dar a luz. "La naturaleza deja a la mujer sin óvulos, pero el resto del cuerpo sigue preparado para el embarazo", aseguraba pletórica.

Lina logró quedarse embarazada a la primera de un embrión ajeno gracias a la ayuda de un médico de Madrid, cuya identidad guarda en secreto, y al que acudió después de la negativa de otros especialistas en Galicia. Le advirtió de que solo tenía un 6% de posibilidades de prosperar pero, de ahí que Lina le llame "milagrito", prosperó.