Los espectadores de teatro en Galicia ascendieron en 2015 hasta un total de 397.732, lo que supone un 8,5% más que en 2014, mientras que los de danza descendieron a su nivel más bajo en lo que va de siglo XXI, con una "alarmante" caída por debajo de las 30.000 personas, según el Anuario SGAE 2016, un estudio sobre la realidad de las artes escénicas gallegas, en el que se observa "estabilidad" en las representaciones de teatro, danza, ópera y zarzuela, pues en conjunto suman 1.614, cifras muy similares a las de años anteriores, 1.613 en 2014 y 1.594 en 2013.

La suma de todas estas artes escénicas llega a 441.449 espectadores en 2015, lo que supone un avance en unos 30.000 (+7,3%) asistentes frente a los 411.353 de 2014 y los 402.658 de 2013. La recaudación también se incrementó en la comunidad gallega hasta alcanzar los 4,42 millones en 2015, fueron 3,76 millones en 2014 y 2,69 millones en 2013.

En el campo del teatro -que supone más del 90% de las actividades escénicas-, la SGAE subraya que el número de representaciones se mantiene estable en los últimos años, pasando de 1.495 funciones en 2013 a 1.522 en 2014 y a 1.527 en 2015. Sin embargo, se aprecia un claro repunte en la afluencia de público, que ascendió en 2015 a los 397.732 espectadores (un 8,5% más que en 2014) que generaron unos ingresos de 4,13 millones de euros (un 19,3% más que el año anterior).

Por otra parte, el Anuario 2016 llama la atención sobre la situación "crítica" de la danza en Galicia, lo cual no es algo característico solo de esta comunidad, sino que se produce en toda España. En este sentido, se observa una "alarmante" caída en los tres principales indicadores de actividad, asistencia e ingreso.

La afluencia a espectáculos de danza en Galicia en 2015 fue la más baja en lo que va de siglo, con 29.845 espectadores, una cifra que contrasta con los casi 41.000 espectadores de este tipo de arte escénica que hubo en 2012. De hecho, solo hubo 64 funciones, frente a las 134 que tuvieron lugar en 2010.

Además, la recaudación se situó en 168.510 euros, cuando en 2010 eran casi el doble.