Las cinco mujeres que lograron su objetivo de cruzar el Océano Atlántico en catorce días en un velero tras superar un cáncer compartieron ayer su alegría y la esperanza de que con esfuerzo y suerte se vence a la enfermedad, como ellas superaron esa aventura que veían imposible. Nada más llegar al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y rodeadas de sus familiares, las aventureras solidarias transmitieron sus sentimientos tras esta experiencia, que no fue fácil, pero que sirvió para recaudar fondos con destino a la investigación del cáncer.

Carmen, Patricia, Marian, Susana y Yolanda son las cinco integrantes del #RetoPelayoVida, que culminaron su travesía, iniciada el 16 de noviembre en Tenerife, el pasado día 30, al llegar a la isla Martinica. Durante esos catorce días en alta mar recorrieron cerca de 5.000 kilómetros en velero, hasta llegar al puerto de Le Marin, en la costa sur de la isla caribeña. "Queremos trasmitir que todo se puede superar con un poquito de suerte y poniéndoles ganas y energía. Hay momentos increíbles, incluso mejor que antes, porque se valora la vida de otra forma", señaló Carmen Peláez.

Las cinco aventureras, de entre 38 y los 57 años, tienen en común haber superado un cáncer y aceptar el reto de vivir esta experiencia para demostrar que después del cáncer hay mucha vida. "Personalmente, estamos todas muy satisfechas porque ha sido un reto muy duro, no esperábamos que tanto. Hemos tenido mal tiempo, un oleaje de cinco metros, pero, cuanto más difícil y más nos costaba, más felices estamos de haberlo conseguido", relató Susana Laguardia.

"Hemos pasado mucho frío, mucho calor, mucha lluvia; hemos tenido solo dos días de sol y de pausa, el resto ha sido durísimo, con olas, golpes y mareos, pero nos hemos reído muchísimo y no ha habido ninguna bronca", añadió Yolanda Preciados, quien destacó el apoyo de los regatistas que les acompañaron en la travesía.