Todo está listo ya para que en la medianoche de mañana el reloj de la Puerta del Sol, en el kilómetro cero de España, engrasado, ajustado y puesto a punto, avise a millones de personas con doce tañidos de la llegada de 2017. Es uno de los acontecimientos de fin de año más esperados por millones de personas que lo ven en la televisión y también por los miles de aficionados que acuden a la céntrica plaza para tomar doce uvas al son de cada una de las campanadas que dejan atrás el año viejo.

Y no sólo el 31, porque muchísima gente ha vuelto costumbre desde hace unos años acudir al ensayo que realizan los técnicos encargados de la puntualidad del reloj en la medianoche de hoy, justo veinticuatro horas antes de las campanadas de verdad.

Todo esto teniendo en cuenta que el reloj de la Puerta del Sol, instalado en lo alto del edificio de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, deberá funcionar a la perfección. Y para ello están los especialistas de Casa Losada, la relojería que controla su mecanismo desde 1997, entre ellos Jesús López, quien explica que ya desde hace una semana han estado probando el reloj y cómo a día de hoy (por ayer) "funciona correctamente". El reloj -donado al pueblo de Madrid en 1865 por el relojero leonés José Rodríguez Losada- distingue los famosos cuartos que anticipan las campanadas. Tras ellos cada tres segundos una campanada hasta llegar al año nuevo.