La obra del escritor gallego Valle-Inclán, junto a las de Miguel de Unamuno, Federico García Lorca, Pedro Muñoz Seca, Ramiro de Maeztu y otros escritores, pintores, fotógrafos pasaron desde el primer día de este 2017, a estar libres de derechos de autor, al cumplirse el plazo de 80 años a partir del fallecimiento del autor tal y como dicta la ley.

En total, son 377 los autores españoles cuyas obras ya están libres de derechos, según el listado que publica la Biblioteca Nacional de España, precisamente el mismo año en que comenzó la Guerra Civil, en la que algunos de ellos, como es el caso del poeta Federico García Lorca, fueron asesinados por uno u otro bando.

De hecho, en la lista figuran desde escritores, pintores, arquitectos u otros artistas hasta políticos, religiosos y militares, entre estos últimos algunos de los que se sublevaron contra la República como el general Fanjul (también figura su hermano, el sacerdote dominico Alfredo Fanjul), cuyos escritos están también desde el día 1 libres de derechos de autor.

Junto con estos, están también José Manuel Aizpurúa, Ricardo de Aguirre, el padre Rafael Alcocer, José Calvo Sotelo, José Canalejas, Blas Infante, José Antonio Primo de Rivera (y su hermano Fernando Primo de Rivera), Onésimo Redondo, José Sanjurjo o los pintores Álvaro Alcalá Galiano o Alfonso Ponce de León, entre otros muchos. Las únicas dos autoras que aparecen en la lista son María Domínguez y Asunción Zea-Bermúdez.

En España, el plazo en el que expiran los derechos de explotación de las obras es generalmente de 70 años a partir de la muerte del autor, aunque en el caso de los autores fallecidos antes de diciembre de 1987, el plazo de vigencia de dichos derechos (que pueden ser ejercidos por los sucesores o poseedores de dichos derechos) es de 80 años, tras los cuales, cualquiera puede utilizar libremente las obras también con fines comerciales.

Según informó la Biblioteca Nacional de España, esta institución ha estado trabajando en la selección y digitalización de la obra de los autores que fallecieron durante este trágico año, para lo que ha contado con el asesoramiento del catedrático de la Universidad de Zaragoza José Carlos Mainer.

Para este catedrático, "el recuerdo de la guerra civil debe hacer presente lo que la contienda tuvo de catástrofe cultural, al margen de identificaciones retrospectivas con sus actores". Mainer recuerda cómo "en el crispado clima internacional de los años treinta, la guerra civil española fue, entre otras cosas, una sangrienta confrontación de simbologías culturales antagónicas que preconizaba su mutua destrucción".

Portal dedicado a escritores

Además de ofrecer la obra de estos autores digitalizada, a lo largo de 2017 la Biblioteca Nacional presentará un portal dedicado a escritores relacionados con la literatura española en el que habrá un espacio dedicado a los autores fallecidos en 1936 y en el que se ofrecerá una breve semblanza de la vida y obra de los mismos con el fin de poner de relieve las singularidades de cada uno de ellos.