Integrante de la primera promoción de Ciencias del Mar se ocupa de los análisis químicos que el Instituto Español de Oceanografía (IEO) realiza periódicamente en el Atlántico y el Mediterráneo para determinar los efectos del cambio climático sobre nuestros océanos, Marta Álvarez Rodríguez trabajó en el Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC (IIM) de Bouzas, en Vigo, y en el Imedea de Baleares antes de incorporarse al grupo de Biogeoquímica del Oceanográfico de A Coruña.

-¿Cuándo se despierta su vocación por la investigación?

-Fue todo una consecución de oportunidades, de estar en el momento apropiado, y también de esfuerzo. Emilio Fernández, el actual director del Campus del Mar, me dio la oportunidad de hacer mi primer trabajo de investigación durante la carrera y ésa fue mi introducción a este mundo. El proyecto se realizaba en colaboración con el Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) de Vigo y así también inicié mi relación con los expertos del departamento de Oceanografía. Hice mi tesis con Aida Fernández Ríos y Fiz Fernández y ese bagaje lo sigo aplicando ahora en mis estudios en el IEO.

-¿Cómo llega al Oceanográfico de A Coruña?

-Después de doctorarme continué en el IIM hasta 2004 y tras un año en paro conseguí un contrato Ramón y Cajal en el Imedea de Mallorca. Estuve allí casi 4 años hasta que obtuve una plaza en el IEO. La investigación es una carrera de largo recorrido y esfuerzo y mucha gente tiene que renunciar a parte de su vida personal. Yo, por ejemplo, fui madre tardía por culpa de estas incógnitas. Son exigencias que nunca están escritas pero evitas quedarte embarazada si acabas de llegar a un puesto de trabajo. Y además los oceanógrafos pasamos mucho tiempo de campaña fuera de casa. Por eso a mí me gusta contratar a mujeres y si tienen responsabilidades familiares mucho mejor porque son muy buenas en el trabajo. Siempre intento animar y ayudar a las investigadoras que quieren ser madres para que no lo vean como un obstáculo.

-La inestabilidad laboral es uno de los principales frenos a la maternidad en el mundo de la ciencia y en casi todos los sectores.

-Lamentablemente es así. Y la conciliación es muy difícil, sobre todo, en la empresa privada. La Xunta se preocupa ahora por la demografía cuando la pirámide ya está invertida. La corresponsabilidad de los hijos es de la pareja e incluso de toda la sociedad.

-¿Sigue trabajando en el mismo campo?

-Sí. Uno de los efectos del cambio global, además del aumento de la temperatura, es la acidificación de los océanos. Aumenta la concentración de CO2 y disminuye el PH. El IEO es el organismo que se encarga de monitorizar el estado ambiental de las aguas españolas realizando transectos de manera mensual o semestral en el Mediterráneo y el Cantábrico-Atlántico. Y yo me ocupo de las medidas de oxígeno y CO2. El objetivo es contar con series temporales largas que requieren de la coordinación de mucha gente para poder estudiar la variabilidad.

-¿Resulta más complejo obtener financiación para estudios de tan largo recorrido?

-Cada vez nos cuesta más justificarlos y que nos den dinero cada año a pesar de que estos estudios de oceanografía básica son esenciales. Los recursos son cada vez más escasos y las convocatorias resultan muy competitivas. La inversión en I+D+i sigue siendo algo marginal para este gobierno. Pero la investigación debería ser uno de los motores para crear empleo en el país.

-Ante este panorama, ¿animaría a los alumnos de Ciencias del Mar a continuar con su vocación científica?

-No me atrevo a responder, porque incluso investigadores de mi edad que ya forman parte del sistema y tienen carreras largas y buenos currículos todavía no están estabilizados. Hay un atasco de gente muy preparada que ya no es que no sean funcionarios, es que ni siquiera tienen un contrato. Por eso a los jóvenes les animaría a utilizar los conocimientos de la carrera para emprender y crear empresas.

-Y a los que aun así se deciden por la ciencia ¿los contratan en el Oceanográfico de A Coruña?

-Sí, sí. Mi objetivo desde que soy titular ha sido formar un grupo de gente a mi cargo para mantener las series temporales de análisis. Una titulada en Ciencias del Mar que estaba como técnica acaba de superar con éxito un proceso de oposición para estabilizarse y otra chica que estaba en el IIM de Bouzas empieza en marzo con nosotros un contrato postdoc Juan de la Cierva. Vamos haciendo cantera. Aunque nuestro centro de A Coruña es pequeño intentamos retener a gente formada en las universidades gallegas.