Galicia cuenta con 360 pediatras que ejercen en centros de Atención Primaria, de los que al menos unos 60 -la sexta parte- pasan consulta en más de un ambulatorio. Son los pediatras itinerantes, unas plazas que se crearon hace años para dar servicio pediátrico a muchas localidades en las que debido a su baja población no podía habilitarse una plaza fija de pediatra. Desde la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria (Agapap) consideran que, en la actualidad, el número de itinerantes es "excesivo" y apuestan por concentrar esas plazas en un centro de salud por zona para mejorar "la calidad asistencial" y evitar "pérdidas de tiempo con los continuos traslados".

Pese a que gran parte de estas plazas están en zonas del rural, para ver pediatras que ofrecen sus servicios en más de un ambulatorio no hace falta ir muy lejos. Los centros de Carral y Cambre son un ejemplo. Uno de los tres pediatras que trabajan en el ambulatorio cambrés ofrece consulta hasta las 11.45 horas todos los días en Carral y después se traslada a Cambre para completar allí la jornada, según informa el Sergas en su web. Es el mismo sistema que sigue otro especialista en los centros de salud de Bergondo y Guísamo.

Otra modalidad son los pediatras que, en función del día de la semana, pasan consulta en un ambulatorio u otro. Los centros de salud de Vilarrodís y Meicende son un ejemplo, según indican desde UGT y que el propio Sergas confirma en su página web. El mismo pediatra que atiende a los niños de Meicende lunes, martes, jueves y viernes, se traslada los miércoles hasta Vilarrodís para pasar consulta. Ocurre los mismo en Abegondo, donde un especialista pasa consulta todos los días y los miércoles se traslada a Oza-Cesuras y otro que atiende todos los días a los pequeños en el ambulatorio de Miño, excepto los martes que está en el de Paderne, según la web del Sergas. Este modelo es que el siguen también en la zona de Teixeiro. Allí un mismo pediatra pasa consulta en cuatro ambulatorios distintos: Curtis, Teixeiro, Présaras (Vilasantar) y Sobrado dos Monxes. Su lugar de trabajo varía en función del día e incluso de la hora del mismo.

La Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria cree que hoy en día habría que dar un giro a este tipo de plazas. Apuestan porque los niños de una determinada zona acudan a un mismo centro de salud - "bien dotado, en el que se dé cobertura a todas las localidades"- para evitar "la pérdida de tiempo" que supone el traslado del pediatra de una localidad a otra. "Se ha priorizado la accesibilidad frente a la calidad", indica la presidenta de Agapap, Teresa Valls, quien añade: "Hay pediatras que a lo largo de la mañana están de un lado para otro y eso es perder un tiempo que se podía destinar a atender a los niños. Porque hay algunos que sólo van a dos centros, pero hay quienes tienen que visitar cuatro o cinco". "Además, en la práctica, cuando es algo urgente, los pacientes acuden al centro de salud donde está el pediatra sin problemas", sostiene.

Pero los pediatras gallegos alertan de que esta es solo una de las dos realidades que vive el colectivo en la comunidad gallega. Mientras algunos centros de salud solo cuentan con pediatra un día a la semana ante la falta de niños, en otros los médicos superan con creces, aseguran, los cupos aconsejados para una atención de calidad. "Hay consultas que están realmente masificadas. Nadie debería superar los 40 pacientes por consulta y día y vemos casos en donde pediatras tienen que atender a 50 o 60", indica Teresa Valls, quien alerta del déficit de profesionales especializados en pediatría que tiene la comunidad gallega.

"Hace años que alertamos de este problema porque aunque las cifras puede ser engañosas ya que se aconseja que el número de tarjetas sanitarias por pediatra esté entre 800 y 1.000 y Galicia lo cumple, lo cierto es que faltan pediatras. De hecho casi un 10% de las plazas gallegas están cubiertas por médicos de cabecera y no pediatras", indica Teresa Valls, quien tiene claro que estos profesionales no pueden suplantar a un especialista en salud infantil. "Hay estudios que demuestran que se recetan menos antibióticos o se cumple mejor con el calendario de vacunación cuando quien atiende al pequeño es un pediatra. Lo mismo ocurre con nosotros, que no podemos atender a adultos", resalta.