La gripe esperó once semanas en esta nueva temporada para empezar a cobrarse vidas, pero ahora pisa el acelerador. La primera muerte llegó con el informe que concluía el día de Navidad y antes de las uvas eran ya tres los fallecidos. A partir de año nuevo sus efectos sobre la salud de los gallegos han resultado cuantitativamente más funestos: si en la primera semana las complicaciones de la enfermedad acababan con cuatro vidas más, los últimos datos marcan un triste récord que revela su virulencia, con otros 11 fallecidos -el 60% del total- entre los días 9 y 15 de este mes. Así lo desvela el último boletín de vigilancia de la gripe en Galicia, difundido ayer por el Sergas y relativo a este periodo, que eleva ya a 18 las muertes.

El informe también permite evidenciar cómo la enfermedad contribuyó la semana pasada a la presión sobre los servicios de urgencias de los hospitales gallegos, que sufrieron "dificultades" por culpa de la dolencia, como reconoció el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Y es que, según Sanidade, solo durante los últimos siete días necesitaron ser ingresadas en los hospitales gallegos por problemas derivados de la gripe 196 personas, la tercera parte de todos los ingresos acumulados en lo que va de temporada, que ascienden ya a un total de 554. Con todo, la semana anterior apuntaba maneras, al requerir el internamiento de hasta 183 pacientes.

Y si las cifras del boletín que analiza hasta el día 15 las consecuencias de la dolencia son elevadas, tanto en fallecidos como en hospitalizados, la Administración gallega no prevé cambios significativos en la situación, sino más de lo mismo para la semana en curso. De hecho, el Sergas considera que si se tiene en cuenta la información reunida en atención primaria, los datos "parecen indicar que en la semana actual" -tercera de enero- "la intensidad de la actividad gripal podría ser similar" a la anterior.

El presidente de la Xunta apuntaba el pasado jueves, sin embargo, que la previsión era que el pico máximo de la enfermedad, que sigue en fase epidémica en Galicia por tercera semana consecutiva, se alcanzase "a finales" de esta semana. Basándose en uno de los sistemas de vigilancia, el que parte de los análisis del virus en los laboratorios, es el que define como "epidémica" la situación, el Sergas apunta que el porcentaje de analíticas positivas es el que "normalmente se alcanza alrededor del pico".

El informe del Sergas constata además que la tendencia es creciente, que fue a más, si bien la intensidad, que se mide a partir de las llamadas realizadas al 061 por episodios de gripe o infecciones respiratorias agudas, se quedaría en la categoría de "media", con entre 290 y 506 llamadas a la semana, pese a un "discreto aumento", de un 8%, con respecto al periodo anterior. Se registran más llamadas en Pontevedra y Lugo y en el grupo de edades de entre 5 y 19 años y de 65 en adelante.

De hecho, tener 60 o más años es uno de los factores de riesgo para sufrir una gripe con complicaciones -especialmente, dice el Sergas, a partir de los 65 años-, aunque hay otros, como padecer enfermedades crónicas. El caso es que estos grupos de personas tienen recomendada la vacuna y no todos se la ponen: este año entre los mayores la cobertura fue del 55%. El boletín advierte de que de los 554 ingresos acumulados esta temporada (de los que necesitaron asistencia en la UCI un 8%), el 91% tenía riesgo de tener una gripe complicada y, de ellos, el 45% no estaba vacunado. Además, todos los fallecidos tenían indicada la inyección y diez de ellos se la habían puesto, según Sanidade.

Por lo que respecta a las muertes registradas hasta ahora por la gripe en España, los datos hasta el 8 de enero las elevaban a 53. Entonces la situación de epidemia era generalizada, excepto en las autonomías de Extremadura, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Canarias.