Las cifras oficiales establecen que más 40.000 gallegos padecen alguna enfermedad mental pero, según los expertos, el número de pacientes que sufren patologías psiquiátricas severas y crónicas, como trastorno bipolar, de la personalidad o esquizofrenia, "es mucho mayor". La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima, de hecho, que la prevalencia de este último trastorno ronda el 1%, con una incidencia anual que de 10 a 15 nuevos diagnósticos por cada 100.000 habitantes. Un aumento de casos que contrasta con el estigma "social e institucional" que, tal y como denuncia el movimiento asociativo -en Galicia está compuesto por una quincena de entidades y alrededor de 5.000 socios-, casi tres décadas después del cierre de los antiguos manicomios y la integración de los servicios de salud mental en los hospitales generales, sigue existiendo sobre estos pacientes y sus familias, el único recurso social con el que cuentan la gran mayoría de ellos.