El Papa afirmó ayer que hace falta "valentía" para casarse, al tiempo que reclama formación antes y después de la boda al reflexionar ante el Tribunal de la Rota Romana con ocasión de la inauguración del año judicial sobre el matrimonio. Francisco advirtió ante prelados auditores, oficiales, abogados y colaboradores del Tribunal de los peligros que acechan a los esposos jóvenes en la sociedad actual y señaló que para afrontar esos peligros, "se debe recurrir a este remedio: la formación antes y después del matrimonio".

Para esto, el Pontífice ha determinado la necesidad de "personas con competencias concretas" en la Iglesia católica que estén "preparadas de forma adecuada para realizar dicho servicio, con las necesarias sinergias entre sacerdotes y matrimonios". "No podemos ignorar el hecho de que una mentalidad generalizada oscurece el acceso a las verdades eternas", señaló el Pontífice.