Domingo 29

Fijaciones freudianas. La fijación es un término psicoanalítico. La fijación es una dependencia emocional -normalmente relacionada con lo sexual, a su vez una fijación freudiana- hacia un objeto de la infancia, un quedarse anclado en el pasado, un no superar las fases de desarrollo como si uno pasara de pantalla en pantalla en un videojuego. Si herr Freud levantara la cabeza concluiría, nos tememos, que las Campos presentan algunas fijaciones. Por ejemplo, las porras de Terelu (etapa oral y fálica al tiempo) a las que ahora se suman las mediasnoches (etapa oral y genital). Ahondando en los entresijos de la mente, la propia matriarca no dudó en interpretar, para su audiencia, que porno equivale a onanismo, de donde se infiere A)que no consume tal producto y B)que con su Bigote hace lo que quiere (sic), sea lo que sea. Su Bigote es Arrocet, Edmundo. El citado, por su parte, vendría a ser en la psicoficción representante, metáfora, del universo TOC, con su lamento de la bayeta (y es que me paso el día limpiando...). Acto seguido, se autodefine como calzonazos (etapa de latencia.) La quinta fase no ha sido detectada. Por ahora.

Lunes 30

Quijotesca. De la reaparición estelar de Isabel Pantoja (parte primera) ha quedado para los anales el planchado facial, el amor de madre, el amor repentino y los cuernos vecinos y los obsequios de los obsequiosos. Pero nadie parece reparar en la intencionalidad de letraherida. Qué otra cosa si no un homenaje al ingenioso hidalgo podría ser esa cita temprana, de rea que llena las horas escuchando cantar a los pajarillos y entregándose a la lectura: ese lugar del que no quiero acordarme. O la presencia del can, adaptado cada cual a su figura, el de la triste un galgo, el suyo uno menor. O la fuerza arrolladora de la venganza -"Teneos, señores, teneos, que no es razón toméis venganza de los agravios que el amor nos hace, y advertid que el amor y la guerra son una misma cosa"-. Directo al corazón. Televisivo.

Martes 31

Proverbios. Reza un proverbio chino que el sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él. Y otro, que aunque tu enemigo sea pequeño como una hormiga, cuídate de él como si fuera un elefante. Pues hete aquí que, pese a tanto luminoso, tanto aviso, tanta luz roja, tanto mal augurio, tanto florilegio, la hormiga elefante se hizo carne o más bien verbo (oral) al enfrentar, de nuevo, a la enemiga (segunda parte). Quiere decirse que Julián resurge de entre las sombras y los muros, de entre las cenizas, de entre los rescoldos ya más que sofocados, del pasado. Cómo cambia la vida. Ahora no quiere ni verla ni oírla cantar. Ahora pasa de su gitana, y eso que ella conserva los mismos dientes, dientes. O más.

Miércoles 1

´Sissi´. Reflexiones en torno al nombre de la perrita de la discordia, arma arrojadiza, protagonista involuntaria de la reaparición estelar y en prime time de Pantoja (tercera y última parte). Sissi. Sissi, como abreviatura de Isabel Pantoja III. Isabel Pantoja Martín es su nombre completo y real. Se lo puso Chabelita, que es Isabel Pantoja II. Por eso Sissi. Para que Agustín no llame a una y se den la vuelta tres. Sissi, como la emperatriz. Aclaración: Isabel de Austria, Isabel de Baviera, no era Romy Schneider. La primera, la verdadera Sissi, por lo que se ve, era mona, eso sí, pero no tan angelical como la segunda. Cuentan que era más mala que la tiña, infeliz, bulímica y anoréxica, que aborrecía a los niños y que se ponía ciega de dulces y opiáceos para luego someterse a dietas extremas. Dicen que los nombres marcan, que moldean tu personalidad, que influyen en tu destino, que conforman la vida que vas a llevar. La perrita, amada pese a todo, no solo viene de donde viene (palabra de artista). La perrita se llama Sissi, como la emperatriz. Como la tonadillera.

Jueves 2

Corona de globos. El príncipe Carlos, el delfín de Isabel, la reina, la de Inglaterra, acude a una escuela. En la escuela que visita el príncipe Carlos, el delfín de Isabel, la reina, la de Inglaterra, los niños hacen figuras de globos. Al príncipe Carlos, el delfín de Isabel, la reina, la de Inglaterra, le dan un globo y se lo enrosca en la cabeza. El príncipe Carlos, el delfín de Isabel, la reina, la de Inglaterra, se hace una corona de juguete, de baratija, de pega. El subconsciente. A su tataratataratatarabuelo George V lo coronaron en 1911. El regente de Carpatia [gran ducado de fantasía], en su primera noche en la capital británica, visitó un cabaret en el que actuaba una rubia corista. Es ficción, cine clásico. Una barbaridad.

Viernes 3

El color del pelo. Ha llenado páginas y páginas, merecido cientos y cientos de análisis geopolíticos y estudios científicos. Ha sido puesto en duda. Ha generado opiniones, conjeturas, imitaciones, memes. Se ha usado como arma electoral y hasta convertido en un símbolo (la parte por el todo). Y ahora resulta que el pelo de Trump, en mata y tonalidad, se debe a un medicamento para la próstata, según su galeno. Y la uniformidad cromática de rostro y cabello se explica por la rosácea. No se entiende tampoco tanto interés. Aquí nadie especula sobre los asuntos capilares del presidente Rajoy. Bueno, sí, venga, del presidente Rajoy sí, que hasta salió el hombre a desmentir la tintura. Pero al monarca emérito también le crecen más canas en la barba que en la cabeza y nadie dice nada. De esas. De las otras sí. Ni se debate acerca del hecho cierto de que Motos, el nuevo mejor amigo de Isabel Pantoja y posiblemente el hombre que más recibe en casa tras los reyes, los papas y Bertín, tenga el pelo negro y el mentón pajizo. Como el tupé de Trump. A Raquel Mosquera me encomiendo.