Para hacer posible un trasplante es preciso el trabajo de casi un centenar de profesionales -entre médicos, enfermeros o trabajadores sociales que necesitan una formación especializada- y, sobre todo, la solidaridad de los donantes. Por ello, son pocos los hospitales españoles que han logrado rebasar la barrera de las 5.000 operaciones de este tipo. El Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) forma parte de este selecto grupo desde febrero de 2015. El pasado 31 de diciembre, el complejo coruñés sumó un nuevo récord, al alcanzar los 3.000 trasplantes de riñón, convirtiéndose, así, en uno de los cuatro centros del país que consigue rebasar esa cifra, tal y como destacaron, ayer, el coordinador de Trasplantes, Antón Fernández, y el jefe del Servicio de Urología, Venancio Chantada.

Durante una jornada celebrada en el Chuac para conmemorar, precisamente, esa cifra récord, los doctores Fernández y Chantada explicaron que el programa de trasplante renal del complejo hospitalario coruñés echó a andar en enero de 1981 "gracias a la generosidad de un donante vivo". La segunda intervención se realizó a una niña de tan solo 6 años. "Ese mismo año, se iniciaron en el hospital el programa de donaciones de cadáver y los trasplantes con este tipo de donante", rememoró Fernández.

El coordinador de Trasplantes del Chuac señaló que, de los más de 3.000 trasplantes renales realizados en el complejo hospitalario coruñés en los últimos 36 años, alrededor de 250 se practicaron gracias a un donante vivo. Antón Fernández subrayó que esa modalidad supone ya uno de cada cuatro injertos renales que se practican en el Chuac. Además, recalcó que uno de cada 20 trasplantes renales realizados a lo largo de la historia en España, así como uno de cada trece trasplantes de donante vivo, tuvieron lugar en los quirófanos de As Xubias. El especialista llamó la atención sobre las ventajas de esta última modalidad de trasplantes, con "mejores resultados".

"El 60% de los trasplantados con riñón de donante vivo no pasan por la diálisis, que es una alternativa al trasplante con más complicaciones y peores resultados en cuanto a supervivencia y calidad de vida que el trasplante", remarcó el coordinador de Trasplantes del Chuac, quien además especificó que de los cerca de 250 injertos renales de donante vivo realizados en A Coruña, más de 40 fueron ABO (grupo sanguíneo incompatible entre donante y transplantado), alrededor de una veintena HLA (sin histocompatibilidad entre el donante y el transplantado) y tres, trasplantes cruzados. "Más del 60% de las parejas -donante y receptor- proceden de otros hospitales gallegos", apuntó Fernández.

Tanto el coordinador de Trasplantes del Chuac como el responsable del Servicio de Urología, Venancio Chantada, aprovecharon la jornada conmemorativa de ayer para agradecer la labor de los profesionales que trabajan en el área de trasplantes y reconocer "el altruismo de los donantes y sus familias". Ambos especialistas avanzaron, además, que uno de los retos a medio plazo del complejo hospitalario coruñés es conseguir extraer riñones para trasplantes mediante tecnología robótica, algo de momento solo hace en España el Hospital Clínic de Barcelona.