La córnea es una fina membrana transparente que cierra el globo ocular, por delante del iris y de la pupila. Algo así como la ventana del ojo, que deja pasar las imágenes y actúa como una potente lente para enfocarlas sobre la retina. Mantener su transparencia y regularidad requiere un consumo energético importante, que se realiza a través de las células que forran su capa posterior. Cuando esa capa celular sufre alteraciones irreversibles, con disminución e incluso pérdida de visión, es necesario trasplantarla por una sana, extraída de la córnea de un donante.

En el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), los trasplantes de córnea casi se duplicaron en el último lustro, al pasar de los 35 registrados en 2011, a los 65 del año pasado, según se recoge en la Memoria de Trasplantes Memoria de Trasplantesdel centro. Un importante incremento de ese tipo de intervenciones que ha sido posible gracias a la generosidad de las familias que dijeron a la donación, pero también a la puesta en funcionamiento, en 2014, de una nueva sala de extracción de tejidos, que ha permitido reducir la lista de espera, además de disminuir considerablemente el tiempo que los pacientes tienen que aguardar por una córnea.

El trasplante corneal tiene una particularidad, con respecto al de órganos y otros tejidos, y es que la córnea no tiene vasos sanguíneos, por lo que, en general, este tipo de intervenciones tienen "un pronóstico muy bueno", destacan desde el Servicio de Oftalmología del Chuac, y apuntan que existen, básicamente, dos tipos de trasplantes de córnea, con base en su extensión: el trasplante penetrante o de espesor total, consistente en reemplazar la porción central de la córnea en todo su grosor; y el trasplante lamelar, en el cual se sustituyen solo las capas más externas (la anterior, epitelio, o la posterior, endotelio) de ese tejido.

Desde hace ya algunos años, el Chuac ofrece a sus pacientes las últimas técnicas de esta última modalidad de trasplante de córnea, el lamelar. De hecho, el Centro Tecnolóxico de Formación del complejo coruñés acogió el pasado mes de junio el primer curso práctico sobre cirugía corneal lamelar con córneas humanas criopreservadas, en el que se dieron cita una veintena de expertos procedentes de distintos puntos de España.

"Es la primera vez que se ofrece un programa de estas características en España", explicaba, entonces, la responsable del Servicio de Oftalmología del Chuac, Victoria de Rojas, ponente del curso junto con Óscar Gris, del Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona; Javier Celis, del Hospital La Mancha, y Marcelino Álvarez Portela, también del Chuac.

El 2014 fue un año clave para el despegue definitivo del programa de trasplante corneal del Chuac. Ese año no solo se inauguró en el complejo hospitalario coruñés una nueva sala de extracción de tejidos que ha permitido manejar mejor la lista de espera para recibir una córnea, sino que también empezó a funcionar el banco de tejido corneal, el primero de Galicia, que permite evaluar en profundidad las córneas procedentes de todos los hospitales gallegos, "algo muy positivo, ya que no todos los trasplantes necesitan los mismos requerimientos". "La puesta en funcionamiento de un banco que centralizase la evaluación de las córneas en Galicia era algo que demandaban los oftalmólogos, desde hace tiempo, con mucho criterio", apunta el director de la Oficina de Coordinación de Trasplantes de Galicia, Jacinto Sánchez Ibáñez, actual responsable, también, del banco de tejidos del Chuac, quien destaca que esa "evaluación objetiva" de las córneas permite determinar su calidad y "reenviarlas a los hospitales que las generan, en caso de que las requieran". "Esa evaluación se realiza con un microscopio especial, invertido (se mira por debajo), que va conectado a un ordenador. Se obtienen una serie de imágenes y un programa informático calcula cuántas células hay por cada milímetro cuadrado", señala.

Una vez evaluadas las córneas, hay dos técnicas de conservación. "A 4ºC, en un líquido especial donde pueden permanecer hasta un máximo de catorce días, aunque se recomienda realizar el trasplante en los diez primeros (cuanto antes, mejor); o en lo que se denomina como cultivo corneal, que consiste en introducir la córnea en un medio especial con nutrientes, a 37ºC, en el que se puede llegar a mantener hasta un mes", explica el director de la Oficina de Coordinación de Trasplantes de Galicia, quien reivindica la importancia del trasplante de tejidos, que pese a haberse iniciado antes que el de órganos, siempre ha permanecido a su sombra.

"Por cada órgano que se trasplanta en la comunidad gallega, tres pacientes reciben algún tejido (tendones, piel, córnea, segmentos de válvulas cardiacas, membrana amniótica o médula ósea, entre otros), con lo cual alrededor de mil gallegos logran curarse, cada año, gracias a un implante de ese tipo", concluye el director de la Oficina de Coordinación de Trasplantes.