La versátil sastrería con tejidos masculinos de Devota&Lomba, que viste tanto al hombre como a la mujer con escrupulosa simetría, fue la propuesta más atractiva de la primera jornada de la pasarela madrileña en la que se apostó por el unisex y se recordó con emoción a Bimba Bosé. Tras el homenaje que la Mercedes Benz Fashion Week Madrid rindió a la modelo, fallecida el pasado mes de enero, los diseñadores presentaron sus propuestas para el próximo otoño-invierno 2017-2018.

Dejando a un lado la papiroflexia habitual en sus últimos trabajos, Devota&Lomba construye una colección femenina de proporciones estudiadas y cuidadas con tejidos masculinos como la pata de gallo o el príncipe de gales, mientras que para el hombre propone una sastrería versátil que le invita a lucir pierna con bermudas, abrigos tipo batín o chalecos extra largos.

Una escrupulosa simetría vertebra todas sus prendas que se presentan coloreadas en tonos marrones, verdes contenidos y azules, una paleta cromática que equilibra lo masculino y femenino. Sobre la pasarela atrae la atención una capa conjuntada con pantalones pitillo y zapatos planos bicolor, tipo oxford, un guiño a la capa española pero con un halo japonés.

La raya diplomática también se vio en la firma Ángel Schlesser, amante de las líneas depuradas, que abrió el desfile con un traje de chaqueta gris con la intención de reafirmar que sus diseños están dirigidos a mujeres urbanas de mediana edad. Trajes monocolor de chaqueta, abrigos con cuellos de piel, blusas y faldas configuran el uniforme de día, mientras que los monos, los vestidos pijama y los modelos largos aderezados con plumas y pedrería forman parte del armario nocturno de Ángel Schlesser, que apuesta por patrones minimalistas.

Los paisajes asturianos han servido de inspiración a Francis Montesinos, quien propone abrigos sueltos, gabardinas, cazadoras, faldas y pantalones en versión "casual", una estética ideada para el campo que invita a lucir prendas superpuestas. Muy unido a la familia Bosé, Montesinos quiso hacer su particular homenaje a Bimba, a quien le dedicó un baile a cargo de Yolanda Osuna al final del desfile, que cerró la hermana de la desaparecida modelo, Lucía, con un vestido de novia de color negro, con un tul que le cubría el rostro, y un ramo de flores rojo cuyos pétalos lanzó sobre la pasarela.

Por su parte, Ágatha Ruiz de la Prada incorporó al decorado para su desfile varios iglúes de plástico como los que se emplean para reciclar vidrio, con un diseño similar al de los vestidos de la diseñadora madrileña.

Ion Fiz fue el encargado de cerrar la jornada con prendas con el número 15 como bandera, el tiempo que lleva en el oficio.