ARCO abrió ayer sus puertas a profesionales y coleccionistas, con 200 galerías de 27 países en el Ifema en Madrid y con Bacelos y PM8 como las únicas gallegas cuyos proyectos artísticos se exponen en la mayor feria de arte del Estado. Un primer recorrido mostró que hay más pintura y menos estridencias. Hoy será la inauguración oficial, con los Reyes y Mauricio Macri y su esposa, en representación de Argentina, país invitado este año.

Una cruz gamada "deconstruida", una guía Lonely Planet de Siria hecha de las ruinas de un monumento o el interminable muro de Trump, entre las piezas de la feria, en la que la reivindicación política estará muy presente. En una tendencia que viene de años anteriores, apenas se encuentra provocación y polémica entre las propuestas. El director de la feria, Carlos Urroz, adelantó que es muy probable que el visitante se encontrara con varias piezas que "hablaran de la frontera o la identidad". Y las galerías latinoamericanas y españolas son las que más han aportado al contenido político. Es el caso de la mexicana Arredondo/Arozarena, que acoge obras de Israel Martínez o Fritzia Irizar que apuntan en esta dirección y tratan temas como la pérdida de libertad o la violencia heredada.