Cuatro de cada diez mujeres con cáncer de mama Her2 podrían evitar la quimioterapia y tratarse con terapias biológicas si se sometieran antes a un simple test genómico que analiza 50 genes y determina si el perfil genético de la paciente es más adecuado para un tratamiento u otro. Esta es la conclusión de Pamela, un ensayo clínico en el que participaron 19 hospitales españoles y que se publica en The Lancet Oncology.

El cáncer de mama se divide en tres grupos clínicos importantes: dos del tipo ER, que expresan receptores de hormonas, y un tercero que expresa receptores de HER2. Los dos primeros afectan al 70% de los pacientes y el tercero, a un 20 %. El ensayo pretendía analizar si las pacientes con cáncer de mama HER2, con un perfil genómico determinado (enriquecido), respondían bien al tratamiento biológico y podían evitar la quimioterapia. El test analiza la expresión de medio centenar de genes del tumor, lo que permite identificar cuatro subtipos de enriquecido.