La irlandesa Marie Collins, víctima de abusos en su niñez por parte de sacerdotes y miembro de la Pontificia Comisión vaticana para la Protección de Menores desde su constitución en 2014, ha dimitido por la "falta de cooperación con la comisión por parte de otras oficinas de la curia romana".

"La falta de cooperación, sobre todo por parte del dicasterio más implicado en el tratamiento de casos de abuso, ha sido vergonzosa", señala Collins, antes de subrayar que esta resistencia ha sido para ella "la última gota". "A pesar de haber aprobado el Papa todas las recomendaciones que le hizo la Comisión, ha habido constantes contratiempos. Eso se ha debido directamente a la resistencia de miembros de la curia", dice.