- Yves Saint Laurent acaba de retirar una campaña por el carácter sexista de sus anuncios. ¿Cómo ha evolucionado la imagen de la mujer en la publicidad?

-No ha evolucionado casi nada. Se ha avanzado algo en cuanto a los roles que se le atribuyen a la mujer, pero todavía suele aparecer como objeto de deseo o en el caso de las niñas hipersexualizadas, interesadas en cosas que se asocian a mujeres adultas como los zapatos de tacón, estar guapa. Es habitual que la publicidad todavía transmita la idea de que las mujeres tienen que ser bonitas y los hombres, inteligentes. Hay estudios que aseguran que el 80% de la publicidad va dirigida a las mujeres y aun así, actualmente perpetúa los estereotipos y roles de género.

- ¿Por qué?

-Los anuncios además de perpetuar los estereotipos muestran a la mujer en roles idealizados, imposibles de conseguir que lo que buscan es generar unas necesidades como el sentirse bella, tener que adelgazar, etc... y que así consuman sus productos.

- ¿Cómo influye la publicidad en la población, especialmente entre los más pequeños?

-La publicidad influye totalmente porque como comentaba genera unas necesidades que ya desde pequeños se marcan distintas para niños y niñas. Los más pequeños aprenden los roles fijados para hombres y mujeres muchas veces a través de la publicidad o de ciertas diferenciaciones que se hacen en algunos productos. La publicidad que crea discriminación y desigualdad es la base, el primer escalón de la violencia de género.

- ¿De qué modo influye?

-Establece roles marcados y desigualdad entre hombres y mujeres. No solo influye en ellas sino también en el varón a los que se les crean una expectativas que luego en realidad no se cumplen y que pueden derivar en violencia de género.

- ¿A las marcas les compensa una publicidad sexista?

-Sí, ellas quieren provocar, llamar la atención y aunque después la retiren, la imagen ya se ha quedado en nuestra mente. Ellas pagan la multa y listo. Hay casos como AXE que son muy llamativos, pero no hay que olvidar otros más sutiles de carácter sexista como puede ser Disney, donde aunque parecen personajes o productos inocentes, los roles de género están muy marcados. Desde pequeñas se enseña a las niñas a querer ser como las princesas, sueños inalcanzables que conllevan belleza, vestidos caros, etc...

- ¿Otra forma sutil de sexismo es el azul para niños y el rosa para niñas?

-Efectivamente. La primeras diferencias por sexos ya aparecen cuando a las niñas se les hacen automáticamente los agujeros de las orejas para llevar objetos decorativos y a ellos no. Y después la distinción entre rosa y azul de muchos artículos que introducen los estereotipos desde pequeños.

- ¿Cómo luchar contra ellos?

-La sociedad debe autoeducarse. Si hay niños hay que explicarles bien lo que ocurre y ser conscientes de lo que se compra. Boicotear a quienes perpetúan estereotipos.