Una exposición excesiva y sin protección al sol es la principal causa del cáncer de piel. Por ello, tomar el sol siempre con protección y evitar las quemaduras solares es la única receta que dan los dermatólogos para prevenir el cáncer de piel en el futuro. Para ello aconsejan aplicar la crema protectora media hora antes de exponerse al sol y renovarla cada dos horas; evitar broncearse con maquillaje o colonias que tienen esencias fotosensibilizantes; no exponerse al sol entre las 12.00 y las 16.00 horas; proteger la cabeza con un sombrero y, quienes tomen algún medicamento, consultar que son compatibles con tomar el sol. Además tanto médicos como la OMS alertan de que broncearse en cabinas de rayos UVA multiplica el riesgo.

El principal síntoma del melanoma es la aparición de "manchas pigmentadas, de color oscuro" y que "sufren variaciones objetivas, es decir, cambian y se extienden", indican los expertos, quien dan unas claves para detectar alteraciones en los lunares. Una de ellas es la regla del Abcde: los lunares asimétricos, de bordes irregulares, color oscuro o heterogéneo, de un diámetro superior a 6 milímetros y que sufre una evolución deben consultarse ante el dermatólogo. Otro sistema es el conocido como patito feo, es decir, desconfiar cuando a una persona que tiene todos los lunares similares, le aparece uno completamente distinto.