Voluntarios y técnicos de Cruz Roja localizaron a 340 personas sin hogar en las calles o albergues de toda Galicia -81 en la ciudad de A Coruña- en una sola noche. Unas cifras que suponen el punto de partida de un estudio que elaborará esta entidad con el fin de conocer mejor el perfil de los sin techo de la comunidad y así "buscar estrategias más eficaces para ayudarles", sostiene la psicóloga Paula Prego, técnica del programa de ayuda a este colectivo en Cruz Roja A Coruña.

- ¿Cuál es el objetivo del estudio que realiza Cruz Roja?

-Conocer mejor la realidad de las personas sin hogar que viven en la calle para poder mejorar la calidad del trabajo que realizamos con ellos y por otra parte, sensibilizar a la ciudadanía sobre este colectivo que está bastante invisibilizado.

- Cuantificar el número de personas que viven en la calle fue la primera fase. ¿Les sorprendieron las cifras?

-En general, no. Nosotros trabajamos con personas sin hogar y muchas cifras ya coinciden con las que manejábamos pese a que el día que se hizo el análisis llovía y hacía frío con lo que en algunas zonas había menos personas de lo habitual. De todas formas hay que aclarar que el estudio se centra en quienes viven en la calle o en albergues para este colectivo, pero sabemos porque trabajamos con ellos en Cruz Roja que hay otras personas sin hogar que están en casas ocupadas, chabolas, en habitaciones alquiladas, etc...

- ¿En qué ciudad gallega encontraron más sin techo ?

-Vigo, con 132 personas que estaban o bien en la calle (cajeros, a la intemperie...) o en albergues. Después se sitúa A Coruña -donde había 30 en la calle y 51 en albergues-, Santiago (39), Lugo (29), Ferrol (21), Pontevedra (20) y Ourense (18).

- ¿Cuál es el perfil de quienes acaban en la calle?

-Eso es algo que queremos ver con el estudio ya que hicimos entrevistas en las que vemos el sexo, años que llevan en la calle, si tienen o no empleo, etc... Pero sí es cierto que hay más hombres que mujeres y normalmente son personas que sufrieron uno o varios procesos de ruptura - por ejemplo un divorcio, quedarse en paro- y que no tienen una red social de apoyo. Cosas que le pueden ocurrir a cualquiera pero que si a alguien le pasan tres, a ellos 8 o 9 seguidas, de forma rápida y esto les lleva a hundirse. Son el nivel máximo de exclusión.

- Aseguran que existen falsos mitos sobre este colectivo. ¿Cómo cuales?

-Hay ciertos estereotipos. Mucha gente lo primero que piensa es en un hombre que sufre una adicción, sobre todo alcoholismo y no tiene porqué ser así. No todo el mundo que está en la calle tiene una adicción. Otra falsa creencia es que no quieren salir de esta situación.

- Pero hay quienes rechazan ir a dormir a los albergues...

-Es algo que le cuesta a un número muy pequeño de personas sin hogar, lo habitual es que vayan.

- ¿Cómo se actúa con esa minoría que, a priori rechaza cualquier ayuda?

-Nosotros en Cruz Roja hacemos trabajo en la calle para localizar precisamente a quienes no demandan por ellos mismos una ayuda. Una vez a la semana hacemos una ronda por la calle en la que entablamos relación con ellos. Hay gente que lleva muchos años en la calle, que ya lo intentó sin éxito en otras ocasiones y que ya no quiere intentar salir. Hay que iniciar una relación de confianza con ellos, no podemos forzar a nadie, tienen que ser ellos los que quieren salir de esa situación. Es un trabajo lento, pero al final se logra que demanden algún tipo de ayuda y a partir de ahí ya elaboramos un plan personalizado para ayudarle. Y si no quiere, es importante seguir visitándolo, seguir presentes hasta que sí pida nuestra ayuda.

- ¿Todo el mundo puede salir de una situación así?

-Debemos lanzar un mensaje positivo. Todos si se esfuerzan bien pueden salir de la calle aunque en algunos casos es más difícil.

- ¿Qué es lo primero que hay que abordar en estos casos?

-Depende un poco de cada caso, pero lo primero siempre es la salud. Hay veces que tienen problemas de salud que están descontrolados y hay que priorizar este tema. Después solucionar el problema del alojamiento, primero con los recursos disponibles de corta y media estancia como los albergues y después intentando que tengan unos ingresos para tener un mínimo de autonomía y no depender de las entidades de ayuda.

- ¿Les asesoran durante todo el proceso?

-Sí y también tenemos un programa de acompañamiento. Una vez que la persona sin hogar llega aquí y demanda una ayuda o bien lo localizamos en la calle ideamos un plan personalizado a desarrollar y voluntarios acompañan a la persona a todo lo que necesite: citas médicas, gestionar papeles para una ayuda, etc...

- ¿Han aumentado los sin techo en los últimos años?

-Al contrario, con la apertura del nuevo albergue de Padres Rubinos ahora vive menos gente en la calle que hace unos años.

- ¿Hay suficientes recursos para este colectivo en A Coruña?

-Sí, somos de las ciudades con más recursos y además todas las entidades estamos muy coordinadas.