Un equipo de científicos austríacos ha logrado modificar una molécula derivada de una proteína de la leche materna para que actúe como detector y atacante de células malignas en ciertos tipos de cáncer de difícil tratamiento. La investigación se centra en la lactoferricina, un péptido (un tipo de molécula) presente en la leche materna y del que se conocían ya sus propiedades antimicrobianas, informó ayer la universidad de Graz, en el sur de Austria.

Lo que los científicos de esa institución han hecho es modificar esa molécula para que actúe como detector de ciertos tipos de cáncer que son difícil de tratar, como el melanoma y el glioblastoma, un tipo de tumor cerebral. Esta lactoferricina modificada es capaz de localizar la carga negativa de la molécula fosfatidilserina presente en la membrana de las células cancerosas, adherirse a ella y provocar su muerte, pero sin afectar a las células sanas.

"El mayor desafío en el proceso de diseño fue encontrar el correcto equilibrio entre toxicidad y especificidad. Si los péptidos son hechos demasiado activos, también atacan a las células sanas", explican Dagmar Zweytick y Sabrina Riedl, dos de los miembros del equipo investigador. La lactoferricina es un derivado de la proteína lactoferrina, abundante en la leche materna. La lactoferricina forma parte del sistema inmune del ser humano.