En una ceremonia presidida por el emperador japonés Akihito, los españoles Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta, responsables del estudio RCR, recibieron ayer en Tokio el premio Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura. El acto, que concentró a grandes nombres de la arquitectura mundial y que se entregaba en Japón por segunda vez en los casi 40 años de historia del galardón, tuvo lugar en el Palacio de Akasaka.

Akihito y su esposa Michiko presidieron el evento con el que Aranda, Pigem y Vilalta entraron a formar parte de los grandes nombres de la arquitectura contemporánea. Al anunciar el fallo en marzo, el jurado reconoció que los tres arquitectos han conseguido desde su estudio de Olot (Girona) "combinar con acierto los valores locales con una dimensión universal".

"Emoción, felicidad, orgullo, responsabilidad y admiración por los que ganaron antes" fueron las primeras palabras del sencillo y poético discurso pronunciado en inglés por Carme Pigem. La arquitecta definió su profesión como "el arte de materializar sueños a través de un viaje".