El Tribunal Supremo alemán ha dado la razón a un padre que defendía administrar a su hija las vacunas recomendadas por los organismos oficiales en contra de la opinión de la madre, con la que no convive, pero con la que comparte la custodia de la menor, nacida en 2012. A raíz de la disputa acerca de la conveniencia de seguir el calendario oficial de vacunaciones, ambos padres, que no están casados, solicitaron ante los tribunales, respectivamente, la custodia sanitaria exclusiva, informó ayer el Tribunal Supremo.

El padre está a favor de aplicar a la menor las vacunas recomendadas por la Comisión Permanente de Vacunación del Instituto Robert Koch, mientas que la madre opina que el riesgo por posibles daños resultantes de las vacunaciones pesan más que el riesgo general de infección. La madre sólo aceptaría vacunar a su hija, que vive con ella, si los médicos pudieran garantizar que queda descartado cualquier posible daño.