Cada catorce minutos una mujer sufre un ictus, una enfermedad que padecen en mayor medida ellas y que en el 80% de los casos se puede prevenir con pautas de vida saludable que conocemos todos, pero que olvidamos, y manteniendo a raya indicadores como el colesterol y la tensión. A esos factores de riesgo se unen otros que hay que evitar, como el sedentarismo, la obesidad y el tabaco, además de aprender a saber gestionar el estrés, una cuestión que se trató ayer en un taller contra el estrés para prevenir el riesgo de ictus en mujeres, organizado por Boehringer Ingelheim.

Los infartos cerebrales son la primera causa de muerte de las mujeres en España. Una de cada cinco mujeres sufre un accidente cerebrovascular en algún momento de su vida y en España más de 16.000 mueren al año por ello, 4.000 más que entre los hombres. ¿Por qué las mujeres son más proclives a sufrir un ictus? Las razones las da la doctora Almudena Castro, coordinadora de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital La Paz de Madrid, presidenta de la sección de Cardiología Preventiva y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología y directora de Mimocardio, un proyecto para mejorar la comunicación entre médicos y pacientes.

Hombres y mujeres comparten los factores de riesgo de ictus, pero ellas padecen más patologías de vasos sanguíneos y arterias porque "tienen mayor sensibilidad biológica a sufrir un daño cerebral por cualquier estímulo, como por ejemplo el tabaco". "Cualquier enfermedad que tenga un impacto sobre las arterias -incide Castro- tiene un efecto más rotundo en las arterias de las mujeres", y sus consecuencias varían dependiendo de la zona que ha afectado al vaso infartado, del tiempo que ha estado el cerebro sin recibir sangre y del daño que ha producido.

Hay otra cuestión que no es baladí: "Las mujeres tardamos mucho en ir al hospital. Pensamos que le puede pasar a nuestros hijos o marido, pero no a nosotras. Probablemente es una cuestión educacional. Somos menos egoístas y pensamos menos en nosotras". Cuando la mujer llega al hospital "normalmente llega tarde y muchas veces sola", advierte la experta.