Se desconoce si Leonardo da Vinci era consciente, cuando pintó La Gioconda, también conocida como La Mona Lisa, de que esa obra sería una de las más estudiadas de la historia del arte. Hasta los niños de tercero de Primaria gallegos descubrieron, con una pequeña ayuda de la Administración educativa, los secretos de este cuadro. Este enigmático retrato dio pie a varias cuestiones que tuvieron que responder en el primer cuadernillo de la reválida con el que demostraron sus aptitudes en el campo lingüístico, aunque mañana habrá otro.

A los más pequeños se les interrogó sobre la fama del cuadro, entre otras cuestiones, para descubrir sus dotes de comprensión. Pero la inmortal obra de Da Vinci compartió protagonismo con un personaje un poco más cercano a Galicia y a sus paisajes, el lobo. Otra vez con la descripción del animal y de sus hábitos como punto de partida los escolares tuvieron que contestar a preguntas para confirmar que habían entendido el texto. Pero no solo se trataba de entender algo escrito por otros, sino también analizar la forma de expresarse. Para ello tuvieron que escribir ellos mismos una historia a partir de una serie de imágenes que aparecían en el cuadernillo de la prueba.

Tras el recreo llegaron los problemas de Matemáticas. En este caso las abejas, sus hexagonales colmenas y el "alucinante" mundo de la miel tomaron el relevo para evaluar la capacidad de los niños para el cálculo y la geometría, aunque de paso también pudieron aprovechar para repasar los grandes inventos que "cambiaron el mundo" y "mejoraron la vida de las personas", como el teléfono, la imprenta o la locomotora. Además, pudieron sumergirse en el trabajo de los bomberos, que sigue siendo una de las profesiones que más mencionan los niños cuando se les pregunta qué quieren ser de mayores.