Las cifras oficiales establecen que más 41.500 gallegos padecen alguna enfermedad mental como trastorno bipolar, de la personalidad o esquizofrenia, pero, según los expertos, el número de pacientes que sufren trastornos psiquiátricos severos y crónicos "es mucho mayor". Una realidad que contrasta con el estigma social e institucional que, tres décadas después de la integración de los servicios de salud mental en los hospitales generales, sigue pesando sobre estos pacientes.

"La esquizofrenia, el trastorno bipolar o el trastorno obsesivo-compulsivo -más conocido como TOC- son dolencias que suponen un giro de 180 grados en la vida de quienes las padecen y en la de sus allegados, pero se pueden tratar para que los pacientes puedan llevar una vida estable y normalizada. Y si son tantas las personas afectadas y es posible su recuperación, ¿a qué se debe la falta de recursos en la atención a este colectivo?", se preguntan desde la Federación de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feafes) de Galicia, que agrupa a un total de catorce asociaciones repartidas por toda la comunidad gallega.

"Bajo la premisa de que las enfermedades mentales eran un problema esencialmente sanitario, durante mucho tiempo no se afrontó su atención de una manera integral, y se olvidaron muchos aspectos de la vida de las personas que van más allá de los hospitales", apuntan desde Feafes Galicia.

"Queremos hacer ver que la recuperación de la enfermedad mental pasa por el abordaje integral de la situación de las personas que la padecen, teniendo en cuenta sus condicionantes y los de su entorno", señalan desde esta entidad autonómica que acoge a diferentes asociaciones de ayuda a este colectivo., Desde Feafes Galicia reclaman además a las administraciones la "dotación de apoyos y soportes que permitan hacer frente a la realidad plena" de estos enfermos y sus familias.