Se juegan su futuro profesional a una sola carta y sueñan con decir adiós a la inestabilidad laboral gracias a un examen. Cada año miles de gallegos decide presentarse a unas oposiciones, pero la competencia es muy elevada: sólo para las de enseñanza que serán en 20 días hay más de 14.400 inscritos para tan solo 1.043 plazas. Los responsables de las academias que forman opositores resaltan que normalmente solo un 30% de quienes se presentan a este tipo de pruebas van realmente preparados y recuerdan que las oposiciones son "una carrera de fondo", donde para aprobar es clave "organizar bien el trabajo y tener constancia en el estudio".

Lo primero a la hora de preparar unas oposiciones es tener claro que es una tarea a la que hay que dedicarle tiempo y que no se resuelve en un par de meses. "En función del tipo de oposición puede prepararse en seis o nueve meses, pero eso sí, obliga a un mínimo de 15 horas a la semana de estudio", indica el responsable del Centro Galego de Estudios Infórmate de A Coruña, Antonio Estévez, en cuya academia preparan para diferentes tipos de oposiciones como personal de Sergas o guardacostas. Una opinión que comparte la directora de la academia Engade (especializada en oposiciones de enseñanza), Rosa María Parada. "Las horas de estudio no deberían bajar de dos a tres diarias y el tiempo mínimo depende de si puedes dedicarle todo el día que igual en un año estás preparado o trabajas, que entonces hay que pensar en dos", explica y resalta que preparar una oposición supone "tener voluntad de disciplina y constancia". Precisamente "organización y constancia" son los requisitos clave para tener éxito en la oposición, según el gerente de La Academia, Luciano Castiñeiras.

Los profesores reconocen que aunque la base para estudiar unas oposiciones es similar a la de cualquier otro examen - "prepararse bien"-, tiene sus peculiaridades. Muchas de estas pruebas no se quedan en un simple examen teórico y esto obliga a una formación multidisciplinar durante meses. Es el caso de la pruebas de enseñanza. "Tienen que realizar una programación y defenderla ante un tribunal. En clase preparamos esta exposición porque es importante desde el ritmo, el tono... y hay que darles las herramientas y estrategias para hacerlo bien", sostiene Rosa Parada. Precisamente saber bien qué pruebas se realizan en las oposiciones es una de las formas para descartar o apostar por una u otras. "Cada uno tiene que saber sus habilidades y ver cuales se ajustan más a ellas. No es lo mismo un examen tipo test que si hay que desarrollar un tema y no tenemos capacidad de síntesis, por ejemplo", sostiene Antonio Estévez.

Una vez decidida la oposición, la clave está en organizarse bien y ser constante. "No es solo estudiar, hay que saber hacer esquemas, resumir, subrayar lo más importante y centrarse en la oposición, que no sea algo secundario sino dedicarle tiempo", indica Luciano Castiñeiras. Nunca sobra tiempo para estudiar o repasar. "Hay que saber aprovechar los tiempos muertos. Si vamos en el coche, por ejemplo, se puede ir escuchando una cinta con algo del temario", sostiene Parada.

Uno de los principales errores que comenten los aspirantes a funcionarios es no llevar el temario lo suficientemente preparado. Las quinielas, aseguran, no llevan a sacar la plaza. "Un mes antes de la prueba hay que tener todos los temas vistos", indica Castiñeiras. "En el caso de Educación que son hasta 70 temas, es cierto, que muchos no llevan todos, pero cuantos más llevan mejor. No sólo para la prueba teórica que es cierto que pueden tener suerte y salirle uno que sepan sino para la práctica, para poder hacer un comentario o defender un tema es más sencillo cuantos más se sepan", indica Parada, quien añade: "Muchos llevan unos 30 y es una buena cifra, pero hay quien lleva 50 y eso es un aprobado".

Desde las academias coruñesas que forman a opositores reconocen que el perfil de quienes se presentan a estas pruebas ha variado con la crisis. "Ahora hay gente con más edad que incluso a trabajado antes o que se ha quedado en el paro y apuesta por las oposiciones", indica Antonio Estévez, quien destaca que casi el 70% "son mujeres, ellas son más constantes". Eso sí, todos aseguran que cualquier persona puede preparar una oposición aunque el tiempo mínimo necesario varía en función de las horas libres para dedicar al estudio o de la capacidad de memoria, entre otros factores. Y a la hora de buscar un formador, lo tienen claro: conviene optar por quien ya ha aprobado una oposición y por tanto, ya sabe lo que es. Varios centros coruñeses aseguran que sólo admiten como profesores a gente con plaza ya que conocen a la perfección los exámenes, qué exige el tribunal o los entresijos de cada una de las pruebas a las que tendrán que someterse los aspirantes a funcionarios. Toda una serie de consejos para aumentar las posibilidades de éxito en el examen.