A Franco, un dictador de rosario diario, se le atragantaron algunas de las atrevidas propuestas de apertura del Concilio Vaticano II, lo que enturbió su relación con Pío XII y el antifascista Pablo VI, un hombre que sufrió mucho por la muerte de su amigo Aldo Moro, asegura Onésimo Díaz (Madrid, 1966), sacerdote del Opus e historiador de la Universidad de Navarra que acaba de publicar Historia de los papas en el siglo XX (Editorial Base), un relato basado en la lectura de biografías y novelas y en la visión de películas sobre los sucesores de Pedro.

-Padre Díaz. ¿Quién ha sido el papa más importante del siglo XX: Juan XXIII o Juan Pablo II?

-Juan Pablo II, que fue el que puso en práctica el contenido del Concilio del Vaticano II y contribuyó a la caída del Muro de Berlín.

-Dio la puntilla al comunismo, ¿lo hizo porque encontró el terreno abonado para su propósito, fue un gran estratega o recibió la inspiración divina para conseguir su objetivo?

-El Muro se cayó por la debilidad de un comunismo que iba contra el hombre. Él era eslavo y entendía muy bien la forma de ser de los hombres del Este. Su naturalidad y su palabra fueron claves para que cayese el Muro de Berlín.

-¿Qué destaca usted de Benedicto XV, un cardenal de aspecto enfermizo, elegido en 1914, probablemente para una transición breve que tuvo que enfrentarse a la Primera Guerra Mundial, al fin del imperio Austro-húngaro y al triunfo del comunismo en Rusia?

-Es un Papa poco conocido, un gran intelectual que pedía la paz predicando en el desierto en una época muy convulsa. Sufrió mucho como Papa y como italiano. Fue el primer Papa moderno de la historia al entrar de lleno en todo tipo de debates. Sus mensajes de paz influyeron en Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos entre 1913 y 1921.

-A Pío XI, elegido en 1922, le tocó convivir con los regímenes totalitarios de Alemania e Italia y con la depresión económica que siguió al crack mundial de 1929. ¿Qué tipo de Papa fue en esas circunstancias?

-Fue un Papa providencial, también muy culto, al que le tocó una época de entreguerras. Se dio cuenta de la importancia de la radio y del cine y también de los cambios que se avecinaban y que se reflejaban en los vestidos cada vez más cortos de las mujeres, por ejemplo.

-Fue mucho más benévolo con Mussolini que con Hiltler, ¿no?

-En un primer momento mantuvo una relación cordial con Mussolini pero después se dio cuenta de que el líder italiano estaba imitando a Hitler. Vio desde el principio que el nazismo iba contra la humanidad y que Hitler quería erradicar el cristianismo para crear una nueva religión de la raza aria.

-En Divini Redemptoris condenó en 1937 el comunismo ateo. ¿Se dio pronto cuenta de por dónde iban los tiros de Lenin y Stalin?

-Veía al comunismo, como al nazismo, como un totalitarismo. Condenó con dureza el comunismo en esa encíclica porque se dio cuenta de que en ningún momento podría haber un diálogo con quienes ven en la religión el opio del pueblo.

-¿Cómo reaccionó Pío XI ante el levantamiento militar de Franco en la España de 1936, donde algunos sectores de la izquierda habían comenzado en 1931 a quemar conventos e iglesias?

-Al Papa le llegaban mensajes de ambos bandos y por eso intentó ser neutral aunque era consciente de la persecución brutal que sufría la Iglesia católica. En 1939 abogó por la paz y la reconciliación al tiempo que alabó al ejército victorioso porque estaba herido tras ver los asesinatos de curas y obispos.

-A Pío XII se le acusó de ser tibio con Hitler y Mussolini.

-Churchill y Roosevelt tampoco condenaron al principio de la guerra con la debida contundencia a Hitler. La verdad es que no se sabía muy bien lo que pasaba y ni si existan campos de exterminio que después se revelaron como auténticos infiernos.

-Después de la Segunda Guerra Mundial amenazó con la excomunión a cualquier italiano católico que votara a los comunistas. ¿Tuvo un giro ideológico muy marcado a partir de entonces?

-Temía que los comunistas se hicieran con Francia e Italia y en las elecciones italianas de 1948 avisó de que se iba a votar con Cristo o contra Cristo. Pensaba que Italia podría convertirse en un estado satélite de Rusia.

-Pío XII reconoció al régimen de Franco y firmó con él un Concordato con privilegios para la Iglesia católica?

-Pío XII veía a España como un país católico que había sufrido mucho por una guerra cuyas heridas aún persisten en 2017.

-¿Por qué persisten todavía esas heridas?

-Porque los políticos utilizan esa guerra con fines partidistas para que España siga dividida.

-Juan XXIII fue el artífice del Concilio Vaticano II, el Papa bueno, el Papa santo. ¿Qué le debe el mundo de hoy?

-Nos ha dejado su sonrisa, amabilidad y unos diarios exquisitos. Fue un hombre único.

-¿Cómo valora la famosa encíclica Humanae Vitae de Pablo VI y el papel de este Papa en el Caso Aldo Moro?

-Pablo VI consiguió llevar la Iglesia en unos momentos muy duros para la fe, cuando aparece la píldora anticonceptiva y todo se discute. Sufrió mucho por el asesinato de su amigo Aldo Moro y de hecho murió a los pocos meses.

-¿Cómo se vivió en la España oficial la ruptura del Vaticano con el régimen de Franco?

-Franco era más papista que el Papa. No entendía ciertas cosas del Vaticano II, como que los estados fuesen aconfesionales. Era un hombre de rosario diario, una especie de Felipe II, quien en el siglo XVI también tuvo graves enfrentamientos con los Papas.

-¿Qué me puede decir de la misteriosa muerte de Juan Pablo I a los 33 días de haber sido elegido Papa?

-Todo apunta a que fue una muerte natural de una persona buena.

-¿Hasta qué punto Juan Pablo II supuso una marcha atrás en la apertura que había supuesto el Concilio Vaticano II?

-No lo veo así. Se enfrentó, sobre todo, a una Iglesia revuelta.

-¿Renunció Benedicto XVI al cargo abrumado por la corrupción del Vaticano?

-Supongo que eso habrá influido también, pero el Papa se vio mayor y cansado para dirigir una Iglesia en la que además se producían traiciones como la del mayordomo del Vaticano.

-¿Dónde sitúa al papa Francisco, intelectualmente inferior a su antecesor pero con un cierto tirón populista?

-Francisco es el Papa ideal para esta época de crisis. Nos viene como anillo al dedo porque tiene una chispa especial y una gracia única que parece que no tenía en Buenos Aires.

-¿Por dónde navega la Iglesia española de hoy tras la retirada de Rouco Varela?

-Remamos todos en la misma dirección del Papa y atendiendo a las preocupaciones de hoy en día, entre ellas, la ecología.