Los smartphones son como un miembro más de los cuerpos de los jóvenes. Y de su alma, porque nueve de cada diez poseen móviles con datos a los que dan mucho uso: el 96,2% tiene WhatsApp y dos de cada tres están registrados en tres redes sociales o más.

El 98,2% de los chicos de 2º de Bachillerato accede a internet todos o casi todos los días, y casi un 18% afirma que se conecta durante "todo el día". No en vano el informe añade que los jóvenes compostelanos de 12 a 18 años revela que dos de cada tres chicos se lo llevan a clase todos o casi todos los días -un 93% entre los alumnos de 2º de Bachillerato- mientras que un 15% utilizan el móvil durante las horas de clase la mayoría de las jornadas -un 32,3% entre los que cursan 2º de Bachillerato-.

La encuesta revela que el 65% de los adolescentes compostelanos duerme con el móvil al lado y que uno de cada cuatro -un 7,5% en el caso de 1º de ESO, pero un 44,2% entre los que están en el último curso de Bachillerato- acostumbra a conectarse a internet a partir de la medianoche.

¿Y qué hacen los padres al respecto? Para Rial Boubeta "la prevención familiar es una de las grandes materias pendientes". Aunque un 58% de los chicos reconocen que sus padres se preocupan por el uso que hacen de internet o del móvil, solamente uno de cada cuatro indica que realmente los controlan o limitan, lo que a su juicio revela la necesidad de trabajar en la prevención familiar. Pero además se requiere un abordaje, en el capitulo de prevención, integral, porque sus estudios confirman una "estrecha relación entre drogas e internet". Los que tienen problemas con el alcohol, por ejemplo, presentan tasas de uso problemático de internet, sexting, apuestas online o ciberacoso entre tres y cuatro veces mayores.