El presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, José Antonio López Trigo, cree que la sociedad ha generado un "estereotipo de rechazo" a las personas mayores que es necesario vencer, no solo por la dignidad de este colectivo, sino también porque supone una "oportunidad de negocio". "La sociedad tiene un negocio magnífico haciendo bien las cosas por y para las personas mayores en ámbitos como el ocio, el aprendizaje o la dependencia, en los que los países nórdicos invierten alrededor el 10 % del PIB mientras que España no llega al 1 %", aseguraba ayer López Trigo con motivo de la inauguración del 59 Congreso Internacional de la SEGG que se celebrará hasta mañana en A Coruña.

Este geriatra entiende el envejecimiento no como un gasto sino como la posibilidad de convertirse en "un motor de la economía y de la cultura de un país". En España residen más de 8,6 millones de mayores de 65 años, sostiene, lo que representa el 18,4% de la población del país, que registra la mayor esperanza de vida de la UE, con una media de 83,3 años. Por eso anima a no considerar al colectivo de mayores "como un lastre" y alienta a vencer el rechazo que se ha generado sobre estas personas acerca de que "resulta poco apetecible llegar a ser mayor" y "son personas que consumen recursos de los demás, como chupando la sangre de toda la sociedad, cuando es al contrario, han construido la sociedad que tenemos", señaló este especialista en Geriatría.

Este es uno de los temas que centra el congreso que comenzó ayer con el lema Envejecimiento y cronicidad: una oportunidad para la prevención y la innovación de reconocido prestigio de España y Portugal, Suiza, Chile, Estados Unidos y Uruguay. "Hablaremos de oportunidades", resume López Trigo, para quien "es sacrílego" plantearse el envejecimiento como un fracaso, sino que es "un logro, un triunfo por el que, como todos, hay que abonar un peaje, como por ejemplo más cargas asistenciales, mayor discapacidad o dependencia en las personas mayores y que, como en todos los casos, hay que atender". Pero la opción contraria, no envejecer, "no es nada buena y nadie la quiere", argumenta.

Dos son los retos que pueden ir de la mano para superar esta visión que considera bastante generalizada de que el colectivo de personas mayores solo "aporta malas cosas y es una lacra tremenda", y que pasan por mejorar su calidad de vida y garantizar su seguridad, condiciones sanitarias y dignidad.

El primer peldaño en esta escalera hacia el bienestar es, según López Trigo, integrar las experiencias e investigaciones de la totalidad de profesionales en materia de envejecimiento, desde el sector geriátrico y gerontológico. Este foro analizará los nuevos fármacos que ayudarán a controlar un problema frecuente como la insuficiencia cardiaca en la ancianidad o la pérdida de capacidad intelectual que puede abocar en una demencia. Según sus datos, la insuficiencia cardiaca afecta a una de cada cuatro personas mayores en España, y la demencia a una de cada cinco personas mayores, pero a partir de los 90 años la probabilidad sube hasta llegar a una de cada dos personas.