Trabajadores del Servicio de Urgencias del hospital Insular de Gran Canaria denunciaron ayer la situación en la que viven desde hace más de seis meses dos ancianos de 78 y 71 años. Abandonados desde hace medio año, estos dos hombres viven en una sala destinada a pacientes psiquiátricos y a personas de avanzada edad que están pendientes de cama en algún centro.

Los trabajadores del centro denuncian que "desde que sus familiares los ingresaron en Urgencias, ya no quisieron llevárselos a casa, se trata de un caso de distocia social". Además, la sala en la que se encuentran, que consta de doce camas atendidas por un enfermero y un auxiliar, está cerrada con llave "por la seguridad de los pacientes psiquiátricos y del resto de usuarios". "Desde que ingresaron no han podido salir de esas cuatro paredes, y en muchas ocasiones no pueden descansar por los gritos de los pacientes psiquiátricos", sostienen.