El nuevo presidente de Sociedad Española de Oncología y Radioterapia (SEOR), Carlos Ferrer, destacó ayer que la donación de la Fundación de Amancio Ortega a la sanidad pública de 320 millones de euros para aparatos oncológicos, les ha sacado de una "situación al borde de la catástrofe" y les ha puesto "en primera línea social".

La donación anunciada hace meses va destinada a adquirir 290 mamógrafos y equipos de radioterapia de última generación. Los nuevos equipos permitirán situar los estándares de calidad de la radioterapia por encima de países europeos. Por ello, Ferrer señaló que a partir de ahora hay que "hacer que las administraciones escuchen a los profesionales".

Según confirmó ayer el presidente de los expertos en radioterapia ahora hay que "saber muy bien gestionar esa donación para retornar una calidad de un nivel excelente para los ciudadanos, y además hacer entender a las administraciones que la obligación de ese esfuerzo es de las mismas".