El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, defendió ayer la reordenación de centros educativos y esgrimió que no solo no se cierra "ninguna aula", sino que se "mantienen y mejoran" los servicios educativos. Además, aseguró que su departamento estuvo y permanece abierto "al diálogo", y censuró el "intento de sacar réditos políticos" de la situación.

Rodríguez se pronunció así en un acto en Santiago, un día después de que cientos de padres, alumnos y vecinos de las localidades de As Pontes, Outes, Ribadavia y O Porriño, entre otras, se manifestasen en la capital gallega rodeando las instalaciones de la Xunta en rechazo a la reordenación del mapa de centros planteada por Educación.

Sobre las peticiones de dimisión que plantean grupos de la oposición, el conselleiro respondió que se interviene en cuatro de los 1.100 centros educativos que hay en la comunidad y, tras subrayar que los "resultados", la reducción del fracaso escolar y la "mejora" en calidad y equidad "avalan" el actual modelo educativo, tildó de "desproporcionada" la actitud de la oposición. "Hay un intento de sacar réditos políticos de esto usando terminologías incorrectas como la del cierre cuando no se cierra ninguna unidad educativa y no solo se mantienen, sino que se mejoran, los servicios educativos", aseveró.

Por su parte, el pleno de la Diputación de A Coruña aprobó ayer una moción con la que muestra su rechazo al cierre de centros educativos y pidió diálogo a la Xunta.

Con los votos a favor de PSdeG-PSOE, BNG, Marea Atlántica, Compostela Aberta y Alternativa dos Veciños y la abstención del PP, el pleno dio el visto bueno a la iniciativa con la que insta a la Xunta al diálogo en el caso de los centros educativos de Outes, As Pontes, O Porriño (Pontevedra) y Rivadavia (Ourense).

La Diputación de A Coruña llamó la atención sobre los dos casos de su provincia, que significan "el cierre de centros educativos en As Pontes (CPI Monte Caxado) y Outes (CEIP Emilio Navasqües)".