El sol, los baños en la playa y la piscina, las altas temperaturas, las actividades al aire libre o el tapeo en las terrazas forman parte de la rutina de las vacaciones de muchos ciudadanos, pero los médicos advierten de que también pueden convertirse en los principales enemigos para salud si no se siguen unos correctos hábitos durante el verano. Picaduras de avispas y abejas, alergias o quemaduras solares ya comienzan a ser habituales en las consultas de los médicos gallegos y el periodo estival todavía acaba de arrancar. Para evitar estas u otras patologías frecuentes de la época como los golpes de calor, los hongos o las intoxicaciones alimentarias, expertos dan una serie de consejos para disfrutar de las vacaciones sin que se resienta la salud.

EAlergias. Pese a que popularmente se asocia la alergia al polen con la primavera, en Galicia este tipo de patología vive su mayor esplendor durante el verano. "Esto se debe a que pese a que hay muchos alérgicos a las gramíneas también los hay a la parietaria, una planta presente en la costa y cuya polinización comienza en julio y puede durar hasta octubre", señala el jefe del servicio de Alergología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), Antonio Parra, quien resalta que precisamente los alérgicos a las parietarias tienen mayor riesgo de sufrir cuadros de asma "aunque se desconocen los motivos". Los expertos dan una serie de consejos para minimizar los síntomas. "Viajar siempre en el coche con las ventanillas subidas, no echarse sobre la hierba ni cortarla, evitar que los niños alérgicos jueguen en jardines los días soleados y con viento, etc...", señala Antonio Asensi, médico del centro de salud de Betanzos. Y mientras los alérgicos al polen ven cómo la sintomatología -rinitis, ojos llorosos, estornudos- se agudiza, el verano supone una mejoría para quienes tienen alergia a los ácaros del polvo, mayoría en Galicia. "Estamos menos en casa y eso ayuda", indica Parra. Otras alergias típicas de la época estival aunque menos habituales son las reacciones a determinadas sustancias de algunos protectores de piel así como alergia a las anémonas o medusas, "raras y que suelen ocurrirle a nadadores o submarinistas", explica Parra, quien también derriba el falso mito de la alergia al cloro. "No existe como alergia, pero es cierto que hay gente como los asmáticos a los que esta sustancia puede resultar irritante", señala este alergólogo.

EReacciones en la piel. En otras ocasiones, las consultas de los alergólos se llenan de pacientes con reacciones alérgicas en la piel tras haber tomado el sol. "Se habla de alergias solares, pero en realidad es la reacción tras haber utilizado ciertas cremas, especialmente antiinflamatorios, que en contacto con el sol provocan eccemas. Cuando se está con algún tratamiento en crema hay que evitar la exposición solar", indica Parra, quien añade que otro ejemplo son las erupciones solares polifórmicas. "Gente con erupciones o picores durante las primeras semanas de exposición al sol y que normalmente finalizan cuando el paciente coge un tono moreno. De hecho, el tratamiento consiste en la fotoexposición programada", sostiene este alergólogo, quien resalta que ciertas urticarias presentes durante el resto del año, como la del frío, pueden tener un repunte en verano ante ciertas prácticas. "Estos pacientes si se bañan de forma brusca en agua fría pueden sufrir un brote", sostiene Parra.

EGolpes de calor. Agotamiento, espasmos, dolores musculares, dolor de cabeza o sensación de mareo son los principales síntomas del golpe de calor, una situación a la que se llega tras la exposición a temperaturas excesivas sin la debida hidratación. "Algo que afecta especialmente a la gente más vulnerable: niños, mayores o personas con discapacidad", señala Antonio Asensi, quien ante la sospecha de un caso de este tipo aconseja "retirar a la persona a una zona fresca, hidratarle y realizar un enfriamiento corporal hasta que llegue el personal sanitario". Y para evitar llegar a esta situación, el Ministerio de Sanidad acaba de lanzar una serie de recomendaciones: beber agua y líquidos con frecuencia aunque no se tenga sed -pero evitar el alcohol y las bebidas azucaradas que pueden hacer perder más líquido corporal-, permanecer en sitios a la sombra, refrescarse con frecuencia, usar ropa ligera y que deje transpirar, no dejar nunca a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado al sol y aumentar el consumo de comidas ligeras como ensaladas, frutas o zumos.

EIntoxicaciones alimentarias. Los cuadros de gastrointeritis o diarreas a causa de una intoxicación alimentaria se multiplican en verano ya que las altas temperaturas obligan a ser más cuidadosos con el manejo y el almacenamiento de los alimentos para que mantengan sus cualidades. "Las carnes, los pescados, salsas como la nata o la mahonesa y los mariscos son los principales causantes", explica el facultativo Antonio Asensi, quien indica que la mayoría "cursa de forma leve y se solucionan con dieta e hidratándose". Para evitarlas, al menos en el hogar, los expertos aconsejan "lavarse bien las manos antes de manipular alimentos, no romper nunca la cadena de frío del producto, lavar muy bien los productos como las verduras que vamos a tomar crudos", no mezclar nunca alimentos cocinados y crudos y rechazar el consumo de aquellos productos perecederos que estén a temperatura ambiente.

EPicaduras. Médicos gallegos reconocen que hace semanas que ha aumentado el número de pacientes que llegan con una picadura de avispa o abeja y recuerdan que, aunque en la mayoría de los casos la reacción es leve, si una persona es alérgica, la picadura puede resultar mortal si no se actúa rápidamente. "El problema es que una persona no se hace alérgica hasta que entra en contacto con el alérgeno, es decir, si solo te ha picado una vez no pasa nada, es a la siguiente picadura cuando descubres si eres alérgico", indica el alergólogo Antonio Parra, quien recuerda lo importante de un diagnóstico correcto. "Hoy en día con una vacuna se cura el 90% de alérgicos y mientras no llega esa fase tienen que ir siempre con un kit de fármacos, entre ellos adrenalina, para tomar en caso de picadura y evitar una reacción grave", sostiene este especialista. Pero en la época estival también son habituales las picaduras de medusas. ¿Cómo reaccionar? "Hay que limpiar la zona afectada únicamente con agua salada, nunca dulce; aplicar frío en la zona durante 15 minutos usando una bolsa de plástico que contenga hielo y en caso de tener que quitar algún tentáculo adherido en la piel, usar solo pinzas nunca tocarlo con las manos", aconsejan desde el Ministerio de Sanidad.

EQuemaduras solares. Los dermatólogos alertan de que la piel tiene memoria así que cualquier quemadura solar, especialmente las que se producen durante la infancia, tendrá consecuencias a largo plazo. Para evitarlas, los expertos aconsejan no tomar el sol entre las 12 y las 16.00 horas y usar protector solar media hora antes de la exposición y renovarla con frecuencia. Protegerse con sombrero y gafas de sol y beber líquidos, claves para disfrutar sin riesgos del sol.

EHongos. Las altas temperaturas y la humedad hacen que la presencia de hongos se multipliquen en verano, especialmente, en zonas como piscinas o zonas al aire libre. Para evitarlos, especialmente el pie de atleta -que afecta al 8% de usuarios de piscinas públicas- y que produce picor y descamación en el pie, los expertos aconsejan secarse bien los pies, nunca andar descalzos en zonas húmedas con más usuarios como piscinas o gimnasios, no utilizar zapato muy cerrado y nunca compartir calcetines o toallas.

EOtitis. Los baños en el mar o las piscinas pueden favorecer la aparición de esta infección auditiva, especialmente entre los más pequeños. Para evitarla conviene no sumergirse continuamente en el agua o hacerlo con tapones y limpiar bien los oídos y secarlos tras la ducha, según explican los expertos. Y una vez contraída la otitis conviene no mojar el oído y tomar el tratamiento que haya marcado el médico de cabecera.

ECistitis. Aunque se producen durante todo el año, el bañarse en aguas frías o la humedad de las prendas de baño, especialmente en caso de las mujeres, aumenta el riesgo de sufrir infección de orina durante el periodo estival. Cambiar el bañador tras mojarlo puede ser un modo de prevención.

Los médicos lo tienen claro: conviene disfrutar del verano, pero siguiendo una serie de pautas para llevar la estación sin sobresaltos en la salud.