El Papa Francisco tomó ayer la decisión de no renovar al cardenal Gerhard Müller, que durante cinco años ha sido Prefecto desde que fuera nombrado por Benedicto XVI en 2012. En su lugar, el Papa sitúa destacado en la Curia, a un arzobispo español, también jesuita como el propio Papa, Luis Francisco Ladaria Ferrer.

Este hecho coincide con la semana clave en la que también se conoció el alejamiento, en principio temporal, de su ministro de Economía, el australiano George Pell, implicado en un caso de pederastia. Pell se declaró inocente de las imputaciones presentadas contra él y denunció un "ataque implacable" hacia su persona, al tiempo que aseguraba que volverá a Roma para continuar con el desempeño de su cargo. El mallorquín Ladaria Ferrer reemplaza además a Müller como presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional.

El cardenal alemán se destacó como crítico de algunas de las reformas emprendidas por el Papa, como cuando, en octubre de 2015, se difundió una carta firmada por él y otros doce cardenales, considerados también como él conservadores, en la que denunciaban la metodología empleada en el Sínodo de la Familia convocado por el pontífice.

A Ladaria, el nuevo responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se le adscribe próximo a posiciones también conservadoras en lo teológico y su nombramiento sitúa en una posición destacada a la Iglesia española.